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Las abstenciones colombianas

24 de junio de 2021

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Por segunda ocasión consecutiva el régimen colombiano de Uribe-Duque no es capaz de unirse al resto de la comunidad internacional y se acoge a una bochornosa abstención a la hora de votar la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas que reclamó por vigésimo novena vez el cese dl bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba, que ya sobrepasa seis décadas y se extiende como el más prolongado y cruel de la historia moderna.

Respaldada de manera prácticamente unánime por el voto abrumador de 184 países, integrantes de todos los grupos regionales participantes como estados miembros de la Asamblea General –el órgano más amplio, democrático y representativo de la ONU–, al margen de otros signos, diferencias o contradicciones políticas e ideológicas que puedan tener en estos momentos pero todos coincidentes en la razón y la justicia del reclamo contra una sanción extraterritorial que vulnera la legislación internacional en todas sus partes y, en primer lugar, la propia Carta de las Naciones Unidas,

Según los observadores, es la única causa o reclamación dentro del seno de Naciones Unidas que suscita tal unanimidad y coloca cada año frente a frente a la membresía internacional sin fisuras contra una decisión injusta, ilegítima e ilegal tomada y recrudecida por los diversos gobiernos imperialistas de Estados Unidos, en especial por Donald Trump, que adoptó 240 medidas coercitivas unilaterales para reforzarlo y hoy se encuentran vigentes y ejecutándose bajo la Administración Biden.

Muchos se preguntarán acerca de los propósitos que pueda perseguir esta vez el acosado régimen Uribe-Duque al asumir esta insólita y vergonzosa votación, en la ocasión anterior quedó claro que era una forma explícita de mostrar fidelidad lacayuna a su entonces sostenedor Donald Trump.

Ahora, puede interpretarse como un mensaje de ayuda o auxilio dirigido a la actual Administración Biden, rogándole que no los abandone en medio de la rebelión popular y no vaya a buscar otra opción oligárquica de relevo, como suelen hacer los imperialistas con sus engendros desgastados,

En cuanto a las relaciones históricas de fraternidad, amistad y solidaridad que enlazan a los pueblos de Colombia y Cuba desde los tiempos de la colonia hasta hoy, seguramente seguirán inalterables. No hay que olvidar que sangre colombiana se derramó y combatientes colombianos arriesgaron sus vidas por la causa de la independencia de Cuba.

Hay en la Patria de Jorge Eliecer Gaitán millones de hombres y mujeres, cientos de miles de líderes sociales y populares e incluso políticos dignos., respetuosos y decentes, que presencian avergonzados cómo la soberanía del país es sacrificada y pisoteada.

En este momento vaya nuestro pensamiento hacia un gran colombiano que quiso a Cuba y la defendió: Gabriel García Márquez.

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