ribbon

La vida imposible

5 de febrero de 2021

|

 

Se dice que huyen, más que emigran, por la desesperación de la pobreza y el hambre, acrecentada por los desastres naturales y los conflictos bélicos. Y es cierto.

Pero la causa más profunda de la migración africana es el saqueo sistemático de las materias primas africanas por las multinacionales y los grandes poderes financieros extranjeros y locales. Y en ese proceso de expoliación de los recursos, frecuentemente con métodos violentos, se hace imposible la vida de la gente, que huye de sus tierras y países.

En África están el 97% de las reservas mundiales de cobre, el 80% de las de coltán (abreviación de columbita-tantalita), el 50% de las de cobalto, el 57% de las de oro, el 20% de las de hierro y cobre, el 23% de las de uranio y fosfatos, el 32% de las de manganeso, el 41% de las de vanadio, el 49% de las de platino, el 60% de las de diamantes, el 14% de las de petróleo y el 66% de la cromita.

Buena parte de los minerales citados son imprescindibles para las industrias de aeronáutica, exploración espacial, automovilística, telecomunicaciones, informática, armas inteligentes, videojuegos, e incluso medicina. De ellos depende que muchas personas puedan tener ordenadores y móviles. Y con frecuencia esos minerales son extraídos de las minas por niños y niñas que trabajan en condiciones infrahumanas.

Además, África suma el 12,5% de la producción mundial de petróleo. También tiene el 65% de las tierras cultivables del planeta. Produce, y en muchos casos exporta, cereales, cacao, algodón, maní, aceite de palma, café. Ese chocolate que exhiben las más famosas firmas estadounidenses puede ser posible gracias a la explotación en algunos países del continente, principalmente en Costa de Marfil.

Es una paradoja que muchos países africanos, dramáticamente acosados por el hambre, estén garantizando la seguridad alimentaria a poblaciones de otros continentes y enriqueciendo a especuladores.

En la costa de África occidental (Mauritania, Senegal, Gambia…) abunda el pescado, y allí se han asentado grandes empresas transnacionales para producir harina de pescado, negocio que pone en peligro la supervivencia de las comunidades costeras.

La riqueza de África se queda entre las multinacionales mineras, petroleras, agrícolas, pesqueras…, los gobiernos y las élites locales, los señores de la guerra… 38 de los 54 países africanos se encuentran entre los 50 países menos desarrollados del mundo. Hace cuatro años había en el continente 256 millones de hambrientos, es decir, el 21% de sus 1 200 millones de habitantes de entonces. Hoy esa cifra es mayor,

Países potencialmente ricos como la República Democrática del Congo, Nigeria, Angola, Ghana, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Níger, etc. tienen a la mayoría de sus habitantes sumidos en la pobreza, fruto del expolio y la desesperante desigualdad. Para las poblaciones locales, la actividad minera implica la expropiación de tierras de cultivo, la reubicación de pueblos enteros, la contaminación del agua por el cianuro, el deterioro de la salud… Es decir, un mayor empobrecimiento.

Comentarios