ribbon

La ultraderecha se despliega en Europa

10 de junio de 2014

|

A 70 años del Día D, cuando las tropas aliadas desembarcaron por las playas de Normandia para marcar el inicio del fin del fascismo, en Europa las fuerzas políticas xenófobas y de ultraderecha cuajan el caldo de cultivo de su renacer.
Mucho han tenido que ver en ello las políticas de ajuste económico que recortaron los gastos sociales en el viejo continente al son de la crisis y las soluciones neoliberales.
Es por ello que cuando en Francia millones de pensionados y jubilados desfilaban contra los planes de austeridad, en ese y otros países de la región los partidos de la ultraderecha, racistas y antiinmigrantes cosechaban caudal político en las urnas.
Las políticas de austeridad han tenido importantes costos sociales muy visibles en gran parte de Europa. Desde las elevadísimas cifras de desocupación, que sigue en la Eurozona en un 11,8 por ciento, hasta el aumento acelerado en la pobreza y el incremento de la tasa de suicidios.
Pero hay un costo invisible que se está gestando lentamente y que acaba de mostrar su profundidad y gravedad. Las fuerzas políticas xenófobas, racistas, ultraderechistas, antiinimigratorias han encontrado por primera vez en muchos años condiciones para prosperar.
También ocurría en Gran Bretaña, donde el Partido de la Independencia obtuvo el 28 por ciento de los votos, sacando clara ventaja a los conservadores y liberales.
En Francia el Frente Nacional, encabezado por Marine Le Pen, fue el más votado. Su candidata a la presidencia reclamó elecciones anticipadas y la disolución de la Asamblea Nacional.
Para el presidente Hollande la victoria del Frente Nacional “es un trauma para Francia y para Europa… ha manchado la imagen de Francia”.
En Hungría, el candidato que quedó segundo en las urnas es un declarado antisemita y xenófobo. El Parlamento húngaro eligió vicepresidente a un cabeza rapada acusado criminalmente por atacar a un gitano. Su partido, el Jobbik, describe a los gitanos como “criminales” y a los judíos como “un riesgo nacional”.
No lejos de allí, en Austria, el partido de ultraderecha Freedom Party quedó tercero y creció siete puntos porcentuales.
Otro que avanzó hasta el tercer puesto fue el partido Águila Dorada, neonazi, que celebra los aniversarios de Hitler e incluso ejecuta operaciones de limpieza étnica contra inmigrantes en aquel país.
Las alarmas están encendidas, hasta el punto que la alta comisionada de Naciones Unidas para  los Derechos Humanos, Navi Pillay, se declaró “perturbada” por  los resultados de la extrema derecha en el Parlamento Europeo y denunció un  “discurso de incitación al odio”.

“El nuevo Parlamento Europeo tendrá al dirigente de un partido alemán que  dijo ‘Europa es un continente de blancos y debe seguir siéndolo’”, lamentó  Pillay ante el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, en referencia a las declaraciones del candidato del Partido  Nacionaldemócrata de Alemania (NPD), Udo Voigt.

También incluirá a un “dirigente de un partido francés que ha comparado la  oración pacífica de los musulmanes en las calles a la ocupación militar de su  país por los nazis”, en referencia a Marine Le Pen.
La extrema derecha, antes marginal, está ahora desplegada en el continente con partidos como Ataka en Bulgaria, el Partido de la Gran Rumania, La Liga Norte en Italia, Verdaderos Finlandeses, Vlaams Belang en Bélgica, el Partido del Orden y la Justicia en Lituania, entre otros.

Comentarios