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La ruleta ucraniana

19 de agosto de 2014

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Con el nombre de “ruleta rusa” se ha identificado un juego letal, con una pistola o revolver, donde la ¿gracia? está en poner una sola bala en la mazorca, hacerla girar y luego disparar, convencido el autor de que el disparo siempre caerá en los huecos vacíos.
En esa acción lo mismo se puede apuntar al corazón que a la cabeza del autor. Siempre se ha dicho que cuando no se falla, es divertido. Pero cuando ocurre lo contrario, es letal.
Pero la ruleta ucraniana es otra, es política, es más peligrosa que la rusa, porque lo que está en juego no es la vida de una persona sino de cientos o miles de ellas.
Por culpa de la ruleta ucraniana mueren niños y ancianos a consecuencia de los bombardeos. Los heridos fallecen por carecer de medicinas y también muchas personas padecen hambre y desnutrición por la falta de alimentos.
En ese entretenimiento letal —como es lógico— Kiev no está solo y su dimensión traspasa las fronteras ucranianas y hasta las europeas, y sirve como mecanismo de confianza para que Occidente le de la bendición, primero al golpe de Estado y luego a las masacres que cometen las nuevas autoridades contra sus propios ciudadanos.
La última de estas prácticas de la “ruleta ucraniana” se constata en la forma en que han tratado el tema del convoy ruso con ayuda alimentaria y médica con destino a la ciudad de Lugansk, cercada y ametrallada cada día por el ejército de Kiev.
Primero llegaron a decir que en los 280 camiones enviados por Rusia lo que iba era armamentos para quienes se aferran a luchar contra las autoridades que han conducido a Ucrania al verdadero caos en todos los sentidos.
Luego, ante la burda mentira que nadie creyó, el gobierno de Kiev justificaba la negativa de dejar entrar la ayuda rusa porque, según ellos, no tenía la documentación debida. Luego, argumentaron que cada camión y cada lata de leche o gramo de azúcar o arroz, tenían que ser supervisados por la Organización para la Cooperación Europea, en representación de Occidente. Más tarde que la Cruz Roja Internacional se hiciera cargo de la ayuda; y finalmente, cuando cada mentira se fue desvaneciendo, todavía los gobernantes ucranianos demoran la llegada a los pobladores necesitados de los alimentos y las medicinas donadas por el pueblo y el gobierno rusos.
Es un juego fatídico e inmoral en el cual el único perjudicado es el pueblo de esas regiones ucranianas, sometidas a los más cruentos bombardeos y donde ya han muerto más de 2 000 personas, muchos de ellos niños y ancianos.
Parece que Ucrania compite con Israel en el objetivo de rendir a pueblos enteros por hambre y falta de medicamentos, a la vez que los bombardea criminalmente.
No complació a los autoproclamados dirigentes ucranianos el hecho de que la Cruz Roja revisara minuciosamente la carga e informara que las 1900 toneladas de ayuda humanitaria rusa está compuesta por carne en conserva, arroz, azúcar, cereales, leche condensada, te, sal, agua, alimentos para niños, sacos de dormir y medicamentos; así como generadores eléctricos.
Ahora, cuando ya cada engaño ha sido debidamente esclarecido, Kiev dirige su jueguito con la ruleta ucraniana a fortalecer sus bombardeos contra la ciudad de Donetsk, territorio por donde debe pasar la caravana de camiones con la ayuda humanitaria para llegar con urgencia a Lugask, ciudad que además, carece de agua, luz y alimentos desde hace dos semanas.

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