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La paz en Colombia se discute en La Habana

10 de septiembre de 2013

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Los diálogos de paz para Colombia reiniciaron en La Habana, con el tema de la participación política de la insurgencia como el punto de agenda, aunque con otros que han marcado desacuerdos entre el Gobierno y la insurgencia.

La propuesta del presidente Juan Manuel Santos de someter a referendo un eventual acuerdo de paz tensa las conversaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), que apuesta por una Asamblea Constituyente.
“Un acuerdo de paz no es asunto que se pueda resolver o definir de manera unilateral, así como el mecanismo de refrendación no es aspecto que pueda ser resuelto solamente por el Gobierno”, aseveró el jefe de la delegación guerrillera, Iván Márquez.
A su juicio, “tomarse esas atribuciones es flagrante violación del acuerdo general” firmado en esta capital, y que guía las pláticas para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado en esa nación de Suramérica.
Para la guerrilla, los compromisos que pongan fin a la guerra interna en Colombia deben ser refrendados por una Asamblea Constituyente.
Sobre el tema, las FARC exhortaron al Congreso de su país a enviar una delegación a La Habana para conocer su propuesta de primera mano.
Aunque desde el legislativo aún no hay respuesta a la invitación insurgente, el presidente Santos se pronunció favorablemente sobre ese eventual encuentro.
El nuevo ciclo de diálogo, el decimocuarto, comienza con el exhorto de las FARC para “retomar con celeridad el segundo punto de la agenda”: el de la participación política.
Iván Márquez explicó que en el ciclo anterior se discutieron varios tópicos que, si bien están en el cronograma adoptado, corresponde su discusión a otro momento de las pláticas.
Tal es el caso de la implementación, verificación y refrendación de los acuerdos, sobre las drogas ilícitas y respecto a las víctimas del conflicto.
El presidente Santos declaró recientemente que buscará en Naciones Unidas apoyo de la comunidad internacional para los mecanismos de justicia que acompañarán un eventual acuerdo de paz en su país.

Por su parte el comandante Pablo Catatumbo, representante guerrillero en el diálogo habanero, reclamó al jefe de Estado que cese la represión contra las protestas sociales y de sectores productivos, en particular los campesinos.

El decimocuarto ciclo de conversaciones entre el gobierno y las FARC arrancó en medio de alta conflictividad social en Colombia, donde un paro agrario y manifestaciones en Bogotá y otros sitios de la nación sudamericana subrayan que las cosas no marchan bien para la administración de Juan Manuel Santos.

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