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La OTAN y su nueva cita

7 de julio de 2016

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Serán los días 7 y 8 de este caluroso julio, los escogidos por la OTAN para celebrar su cita Cumbre en Varsovia, la capital polaca.

La situación por aquellos parajes no está nada fácil. Un fuego cruzado entre los ataques terroristas que afectan a varios países europeos además de los del Oriente Medio y una avalancha de refugiados africanos, sirios, afganos y otros que tratan de llegar a un Viejo Continente formado por países que fueron metrópolis de colonias africanas explotadas y saqueadas.

Como si esto fuera poco, a la Unión Europea se le desgajó Gran Bretaña y otras amenazas separatistas calientan aun más un clima lleno de dificultades económicas y sociales.

Ahora los 28 miembros de la OTAN se citan para Varsovia con la mirada fija en Rusia, país contra el cual usan todo tipo de recursos –militares, sanciones económicas y otras– con el objetivo de cercarla, debilitarla y vencerla.

No por gusto Ucrania estará en esta cumbre bélica, no importa que aún no sea miembro de la Alianza Atlántica, pero de mucho puede servir –al menos en el contexto mediático– durante los dos días de esta reunión.

El ambiente enrarecido se completa con declaraciones que van y vienen desde la propia capital polaca, donde algunas autoridades dicen que se “necesitan tropas permanentes de la OTAN en el este europeo”, léase lo más cerca posible de las fronteras rusas.

De igual forma, se hace un llamado a que la cita de la guerra concluya con “soluciones concretas” para hacer frente a la “amenaza enemiga”.

Es demasiado evidente que tantas diatribas belicistas, tratan de formar una imagen diabólica de Rusia a través de un poder mediático al servicio de Occidente. Algo que es, más que un objetivo, la mejor forma de desviar la atención de otros graves problemas económicos y sociales que tienen los países que integran la OTAN.

Crear la imagen del “enemigo” ruso es alejar la atención de los millones de desempleados, los que pasan penurias en sus naciones o de los millones de refugiados del África y de países del Oriente Medio llevados a la guerra por Occidente y que hoy deambulan –cuando no mueren en la travesía marítima– por diferentes fronteras europeas.

Esta Cumbre, lejos de analizar y buscar soluciones a los verdaderos problemas de Europa que forman parte de sus contradicciones sistémicas, centran su atención y sus recursos en “crear enemigos” donde no los hay y hablar de amenazas que no son tales.

De acuerdo con los últimos despachos de prensa desde la sede de la Cumbre, en la cita estarán presentes decenas de delegaciones con cifras desbordantes de representantes. Y, de manera muy importante, se esperan cientos de periodistas, lo que garantizará que el furor belicista se expanda por todo el mundo a la vez que tanta prensa sacada de su rutina diaria, no escriba sobre las grandes manifestaciones en ciudades europeas donde la policía arremete a golpes y bombas lacrimógenas contra sus propios conciudadanos.

Para ir adelantando lo que luego de la Cumbre se supone sean acuerdos, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien acaba de visitar Varsovia reiteró que “habrá más tropas de la Alianza desplegadas en ese país”.

Unos días antes, en una reunión de los ministros de Defensa de los países pertenecientes al ente bélico, se decidió reforzar la “presencia avanzada” en el este de Europa, a las puertas de Rusia, con el despliegue de 4 batallones multinacionales en los países bálticos y en Polonia.

Se recuerda que tal expansión podría ser fortalecida con rapidez, como ocurrió con el recién realizado ejercicio “Fuerza Avanzada” que incluyó el traslado de un millar de militares y 400 vehículos de guerra desde España hasta Polonia en solo cuatro días.

Con ese mismo objetivo se resolvió aumentar la presencia naval de la OTAN en el Mar Báltico y el Mar Negro, en los límites de las aguas territoriales rusas. Al mismo tiempo, la organización armamentista enviará más fuerzas militares, acompañadas de aviones-radar AWACS, al Mediterráneo, el Medio Oriente y África, señala la red informativa francesa Voltaire.

Un aspecto a destacar en la reciente reunión de ministros de Guerra de la OTAN es el compromiso de incrementar en más de 3 000 millones de dólares los gastos militares de la Alianza para el presente año 2016.

La conclusión es más que clara, esta Cumbre, buscará por todos los medios justificar la existencia de la OTAN y para ello, el mejor incentivo es y será alentar la guerra contra un enemigo inexistente, y recabar bastante dinero –el 2% del PIB de cada país miembro– para complacer al Complejo Militar de los Estados Unidos, principal abastecedor de armas a esa institución beligerante.

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