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La ominosa sombra del macrismo

19 de marzo de 2020

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La ominosa sombra del macrismo se proyecta sobre Uruguay, tal vez más pronto de lo que algunos imaginaban. El lacallismo (nunca estuvo el término mejor empleado) se encamina vertiginosamente a desmontar los programas sociales, a atacar a los sindicatos y a alinear servilmente la política exterior uruguaya –tradicionalmente soberana y digna– tras los dictados del gobierno imperialista de Estados Unidos.

Los más observadores recuerdan los tiempos iníciales del defenestrado Mauricio Macri, cuando daba los primeros pasos para hundir a la vecina nación argentina. No hay que ser muy sagaz, sin embargo, para augurar que Luis Alberto Lacalle tropezará con los mismos obstáculos o aún mayores, los que dieron lugar en definitiva a que el electorado decretara masivamente el fin de Macri y sus políticas neoliberales de endeudamiento y miseria.

Para un país como Uruguay, caracterizado por su cultura política y que en los últimos tiempos se distinguió por la estabilidad y los beneficios populares otorgados durante los sucesivos gobiernos del Frente Amplio, comienza indudablemente una etapa de incertidumbre si el tardío neoliberalismo anunciado por sus actuales gobernantes logra imponerse de manera salvaje.

Hay una larga y profunda tradición de esfuerzos y conquistas a defender por parte de la clase trabajadora uruguaya, que ha asumido diferentes métodos de lucha a lo largo de su historia; ese es un elemento que no desconocerse a la hora del análisis. A pesar de ser un país pequeño, de poca población y numerosa emigración, hay importantes nombres que lo reflejan y han trascendido sus fronteras como Liber Seregni, Rodney Arismendi, Raúl Sendic, Zelmar Michelini, José Mujica o Tabaré Vázquez.

Sería arriesgado predecir desde ahora el futuro que aguarda a la patria de Artigas bajo el régimen neoliberal y pro yanqui que recién se ha iniciado. No obstante, las más recientes informaciones que desde allí se reciben permiten advertir que las fuerzas populares y demás sectores patrióticos y sensatos de esa sociedad están alertas y vigilantes ante cualquier desatino macrista que pretenda hacerla retroceder.

Convertir al Uruguay en neoliberal y simple satélite de Estados Unidos será seguramente un empeño muy difícil. El tiempo dirá la última palabra.

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