ribbon

La OEA y la total ilegalidad

10 de abril de 2019

|

 

El desenfreno es tal que ya la OEA no tiene en cuenta para nada lo que puede ser legal o ilegal en sus resoluciones.

Esta vez obvió que la Asamblea Nacional de Venezuela está en desacato y por tanto no puede tener autoridad jurídica para nada, y en una reunión más mediática que real, celebrada en su sede en Washington y presidida por el representante del gobierno de Estados Unidos, se aprobó reconocer a un enviado de Juan Guaidó, como su embajador ante este organismo.

En realidad, desde el punto de vista ético, tal hecho no puede representar otra cosa que el total desprestigio de la OEA y de su secretario general, Luis Almagro.

A Guaidó, además, el gobierno legítimo de Caracas le acaba de retirar su inmunidad como diputado por su comprobada acción desestabilizadora del país, su vinculación con los sabotajes contra el sistema eléctrico y su pedido a que Estados Unidos realice una acción militar contra la nación bolivariana.

En esta cita de la OEA, como era de esperar, el proyecto de documento anti venezolano fue presentado por el representante de Colombia, y tuvo el apoyo, además de los anfitriones, de los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Paraguay y Perú.

No olvidar que son casi todos estos gobiernos los mismos que dentro del llamado Grupo de Lima, hacen lo posible y lo imposible para acabar con la Revolución Bolivariana.

En la cita, nueve países votaron en contra y otros seis se abstuvieron, lo que significa una victoria pírrica de quienes, desde Washington, se empeñan en dar continuidad al golpe de Estado iniciado en enero pasado.

El plan, evidentemente, es elaborado y dirigido por los asesores de Donald Trump, los ultraconservadores Jonh Bolton, Marco Rubio, Mike Pompeo y Elliott Abrams.

Quizás algún día se conozca la cantidad de dinero que está gastando Estados Unidos en su plan contra Venezuela. Los viajes de Pompeo por todo el mundo implorando apoyo para derribar a Maduro; y similares periplos de las otras tres patas de esta mesa injerencista de la peor calaña.

Un dato que lo dice todo respecto al empeño de Washington, es que esta reunión de la OEA para  reconocer al «embajador» de Guaidó, se realizó un día después que en la Casa Blanca, el magnate-presidente reconociera a Carlos Vecchio, otro payaso de la cofradía anexionista, como representante del gobierno ilegítimo de Guaidó.

Trump, personalmente, hace apenas una semana, cuando veraneaba en su campo de golf en la Florida, citó allí a cinco mandatarios de países del Caribe miembros de la OEA, a quienes les ofreció préstamos monetarios a cambio del apoyo para formar parte de la componenda anti venezolana.

Incluso la reunión de la OEA del martes en Washington, tuvo que demorarse más de una hora en su comienzo, espacio de tiempo en que se vio al representante estadounidense, Carlos Trujillo, asediando a los embajadores caribeños para reclamar sus votos.

Estos hechos tienen que ser denunciados con toda fuerza ante la comunidad internacional. No puede ser que tanta ilegalidad se imponga como patrón para tratar los asuntos internos de países democráticos con gobiernos legalmente constituidos.

Comentarios