La militarización de Argentina
7 de mayo de 2018
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El instituto sueco de estudios estratégicos (SIPRI), una institución caracterizada por publicar anualmente las cifras de gastos militares de todos los países del mundo –principalmente de los que resultan más gastadores en este capítulo– acaba de dar a conocer los datos correspondientes del año 2017.
Dentro de esa información, destaca esta vez el abrupto ascenso de los gastos militares en Argentina, coincidentemente con la llegada al gobierno del régimen neoliberal y antipopular de Mauricio Macri que durante ese mismo lapso ha agredido constantemente y sucesivamente a la población argentina, fundamentalmente la de menos recursos, con los llamados tarifazos y amenaza con nuevos y aún mayores acompañados de la continua reducción de los subsidios a los servicios públicos.
En fin, que el aumento de los gastos militares se produce en los precisos momentos en que el régimen macrista prosigue indetenible los recortes presupuestarios a servicios básicos para la subsistencia como el gas y la electricidad, evidenciando la búsqueda de una alianza compensatoria con las fuerzas militares o por lo menos con un sector de ellas.
Los intentos gubernamentales –en complicidad con algunos jueces– por liberar o pasar a arresto domiciliario a ex militares condenados por horribles violaciones de derechos humanos, incluidos los más atroces asesinatos durante los años de la dictadura militar (1976-1983), forman parte de esa política de acercamiento y complicidad en la práctica que llevan adelante Macri y los suyos desde que llegaron a la Casa Rosada.
La militarización del país, sin embargo, no se expresa solo en el referido aumento de los gastos hasta un 18 por ciento del Producto Interno Bruto –según SIPRI–, sino que va más allá y llega hasta la presencia en el país de fuerzas militares de Estados Unidos sin la previa autorización del Congreso.
Durante las pasadas semanas se llevaron a cabo en territorio argentino “ejercicios militares” entre fuerzas de este país y de Estados Unidos que fueron enmascarados por el gobierno de Macri con la excusa de que eran “solo unidades de inteligencia y no tropas”, por lo cual no era necesario la autorización congresional.
La citada excusa, por supuesto, no exime de culpa al régimen macrista y en todo caso sirve para poner de manifiesto y confirmar, una vez más, su papel de cómplice y testaferro imperialista, cabeza visible de la Doctrina Monroe en Sudamérica.
El diputado Guillermo Carmona informó que el bloque parlamentarios del Frente para la Victoria solicitará ante el pleno de la Cámara una explicación gubernamental sobre el tema violatorio de la soberanía nacional y el Instituto Independencia ya ha denunciado al presidente y a los ministros de seguridad y defensa por “traición a la Patria”, al conocerse que se han firmado acuerdos con Estados Unidos para instalar una base militar yanqui en ese país.
Junto a las medidas neoliberales para una mayor explotación de los trabajadores, no puede perderse de vista estos pasos que conducen poco a poco y silenciosamente a una nueva militarización de Argentina.
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