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La mala novedad es que no hay novedad

28 de agosto de 2019

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A poco menos de un mes del nuevo intento de investidura presidencial de Pedro Sánchez, nada nuevo se presenta en lontananza, con la misma situación de diferencias presuntamente irreconciliables entre el gobernante socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la organización de izquierda Unidas Podemos, de Pablo Iglesias, lo cual haría fracasar fracaso la formación de un gobierno y dejaría la puerta abierta a la derecha para el intento de regresar al poder mediante nuevos comicios.
“La noticia es que no hay noticia; estamos a la espera de que Pedro Sánchez llame por teléfono o se ponga en contacto con Pablo Iglesias o alguna persona en la dirección”, declaró la portavoz de Podemos, Noelia Vera, quien subrayó que las esperanzas están puestas en una llamada, “aunque sea en el último momento”.
Sánchez había presentado un programa “abierto y progresista” a Podemos y los nacionalistas para llegar a un acuerdo, pero no transó en la petición de la izquierda de lograr unos pocos puestos para integrar un gobierno de coalición, debido a la fuerte influencia de la monarquía, adversa la presencia de la izquierda en el gobierno.
De nada valieron las peticiones de todos los sindicatos españoles para que el PSOE y Podemos retomen el diálogo con el fin de cerrar un programa de gobierno cuanto antes.
Tras el descanso veraniego, esta semana han habido movimientos que solo han constatado la distancia entre ambas entidades, que no parece acortarse, sino al contrario.
Tras la investidura fallida de Pedro Sánchez, los socialdemócratas disfrazados de socialistas dieron por muerta la vía del gobierno de coalición -una opción que nunca les convenció-, e iniciaron el intento de impulsar la vía del gobierno a la portuguesa, que supone el apoyo de Podemos con acuerdos exclusivamente programáticos.
El PSOE ve como “inviable” ahora dar ministerios a Podemos -que ha hecho esta misma semana una nueva oferta con una vicepresidencia social y tres carteras- que los socialistas han definido como “órdago impositivo”. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, dejó clara su posición este martes: “No entregamos investiduras gratis”.
Pero Sánchez afirmó que ya logró apoyo de algunas organizaciones menores y tiene completo lo que pudiera ser el nuevo gabinete, si logra la investidura.
Los socialdemócratashan repetido durante este verano que la desconfianza entre ambas formaciones es total. Las negociaciones vuelven así al punto de inicio: el PSOE se empeña en un gobierno monocolor y Podemos sigue queriendo estar en el Consejo de Ministros, con un cruce de reproches constantes entre los máximos negociadores, Carmen Calvo y Pablo Echenique, quienes no apuntan precisamente a la sintonía y el acuerdo.
Así las cosas, de no lograr Pedro Sánchez la investidura parlamentara el 23 de septiembre entrante, la monarquía disolverá las Cortes y convocará a elecciones para el 10 de noviembre, en las que, como apuntamos antes, la derecha, con el corrupto Partido Popular al frente, intentará nuevamente regresar al poder.
Para ello, deberá lograr el apoyo de Ciudadanos y formaciones que juegan en el campo de la ultraderecha.

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