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La larga batalla comercial ruso-yanqui

4 de julio de 2018

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Aunque se habla de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo cierto es que el establishment norteamericano ha escogido a Trump para que intensifique sus andanadas contra Rusia, y más cuando esta nación despega económicamente bajo el gobierno de Vladimir Putin, que también ha logrado hacerse respetar (y temer) en el campo militar.
Ahora Rusia ha presentado una denuncia contra las prácticas comerciales norteamericanas ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se une a la de los querellantes aliados de Washington, que discrepan sobre los aranceles estadounidenses a la importación de acero y aluminio.
De todas maneras, esto no será fácil de resolver en poco tiempo, porque, según expertos, y más en el caso del siempre atacado Moscú, la nueva batalla comercial entre Rusia y EE.UU., puede durar muchos años.
El socio de la firma jurídica Lidings, Stepán Guzei, explicó que el mecanismo de resolución de disputas en la OMC incluye cuatro fases: consultas, consideración por expertos, pronunciamiento del veredicto y apelación.
Sin tomar en cuenta la duración de la fase de consultas, la consideración de la disputa puede realizarse durante 1 o 1,5 años. Es el plazo mínimo. En caso de que se tome en consideración el tiempo necesario para prorrogar algunos procedimientos, la toma de decisión sobre la disputa puede tardar de 3 a 5 años. Así es como suele ocurrir en la mayor parte de los casos.
La fase de consultas suele llevarse a cabo a lo largo de dos meses. Si las partes no logran encontrar una solución a sus discrepancias durante este plazo, el reclamante puede demandar que se reúna un grupo de árbitros, quienes se encargarán de valorar la disputa. Como regla, tardan en tomar una decisión entre seis y nueve meses.
Este grupo suele estar integrado por tres o cinco árbitros. La principal exigencia que se plantea en esta fase es que los árbitros no pueden provenir de países involucrados en la disputa. Una vez formado el grupo, las partes presentan sus argumentos. Posteriormente, los árbitros deciden si estos argumentos son suficientes o demandan que se ofrezcan otros o decretan realizar una investigación.
La tercera fase empieza cuando los árbitros entregan su decisión al Órgano de Solución de Diferencias. Este organismo representa un tipo de consejo general de la OMC integrado por los representantes de todos los países miembros de esta organización. La decisión de árbitros sobre la disputa se aprueba solo en caso de que todos los miembros del órgano estén de acuerdo con ella.
Durante la cuarta fase se permite presentar apelaciones contra las decisiones aprobadas. El organismo de apelaciones de la OMC está integrado por siete personas. Aquí funciona la misma regla: si por lo menos un miembro está en contra de la apelación, esta no se satisface.

 

EL INICIO

 

Rusia presentó el 29 de junio una demanda en la Organización Mundial de Comercio contra la introducción de elevadas tarifas arancelarias a las importaciones de acero y aluminio por parte de EEUU. Según el jefe del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia, Maxim Oreshkin, la causa por la que Rusia presentó esta demanda fue el hecho de que Washington había violado distintas normas de la OMC.
Anteriormente, Rusia demandó que se celebrasen las consultas con EEUU en la OMC, tal y como prevé el Acuerdo sobre Salvaguardias. Según el punto 1 del artículo 8 de este documento, cada país que planea introducir una medida proteccionista debe proponer una concesión al país que será afectado por esta acción. Desde el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia explicaron que, como regla, esta concesión puede implicar que se otorguen ventajas comerciales para otro grupo de bienes.
Sin embargo, EEUU rechazó celebrar estas consultas. En un mes el ministro de Desarrollo Económico de Rusia declaró que el país euroasiático tomará medidas por valor de 93 millones de dólares para responder a la introducción de tarifas arancelarias por parte de EEUU. Las contramedidas con las que Moscú podría responder al país norteamericano en el futuro podrían costarle a Washington 537,6 millones de dólares.
Y esto es a groso modo la historia del capítulo ruso-yanqui en la OMC, en la cual, pese a las demoras y farragosas conversaciones, Moscú no solo dará un paso atrás, sino que piensa aliarse con antagonistas suyos y amigos de conveniencia con EE.UU., también golpeados por les medidas del magnate norteamericano.
Así, Rusia propuso a la Unión Europea (UE) adoptar medidas conjuntas para proteger los negocios europeos y rusos contra los aranceles de EE.UU.
Un representante del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia señaló que el envío de esta solicitud permitiría al país euroasiático ser informado sobre las posiciones de la UE y EE.UU., y daría así la oportunidad de presentar su propia opinión respecto a la resolución del problema, perro tiene el inconveniente de que solo a Washington le incumbe tomar la decisión acerca del acceso de Rusia a la disputa como la tercera parte.
De todas maneras, las prácticas proteccionistas de Trump contra Rusa y sus aliados de la UE, puede salir a EE.UU., como en la guerra comercial con China, como el clásco tiro por la culata.

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