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La futura sociedad del conocimiento

26 de diciembre de 2013

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Como generalmente se afirma y se acepta, la sociedad mundial del futuro deberá ser una “sociedad del conocimiento”, basada en los extraordinarios descubrimientos y adelantos científicos y técnicos desarrollados por la humanidad, fundamentalmente durante la segunda mitad del siglo XX y los que ya se aprecian a comienzos de la presente centuria.

Pero obviamente para arribar a ese estadio superior, a esa “sociedad del conocimiento” a que se aspira, resulta imprescindible lograr previamente una fuerte base educativa sin la que ningún país o región podría estar en condiciones de avanzar hasta las ambiciosas metas del conocimiento, tan asociadas a la economía y a la elevación de la calidad de vida de la población.

Visto en su conjunto, todo indica que la base educacional es factor decisivo para cualquier tipo de desarrollo, -en cualquier régimen o formación económico-social,- y cuyo avance o retroceso marcan en buena medida las posibilidades de ascender o descender en este escalafón mundial.

De ahí que los resultados dados a conocer por las llamadas pruebas PISA 2012, destinadas a medir la efectividad de los modelos educativos puestos en práctica en diferentes regiones y naciones, hayan causado no poca sorpresa, al margen de la rigurosa exactitud que puedan tener las cifras obtenidas, ellas, sin dudas, dan una idea de la situación educacional actual y no se alejan de similares consideraciones en otras esferas de la vida en nuestro planeta.

La muestra PISA 2012 recoge, por ejemplo, que Estados Unidos decayó espectacularmente hasta el lugar 35, debajo incluso del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE), los llamados “países ricos”, mientras que la vieja y culta Europa parece hacer llegado al máximo posible y solo tres de sus países están entre los diez primeros del citado escalafón (Liechtenstein, Suiza y Holanda).

La lista es encabezada por la ciudad china de Shanghai y le siguen Singapur, Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur, Macao y Japón. Como puede observarse, hay tres ciudades en el selecto grupo que forman parte de la República Popular China y, en general, la región Asia-Pacífico desplaza de los primeros lugares al llamado mundo desarrollado.

Mientras Alemania aparece en el lugar 16 y Gran Bretaña en el 26, Viet Nam obtiene el lugar 17, tan solo tres décadas después  de que fuera destruido por la agresión yanqui y tuviera que reconstruir totalmente a un país que ya era pobre, a partir de cero.

En América Latina, la muestra destaca los recientes éxitos educacionales de Brasil, que aún se sitúa en el lugar 58 pero destina actualmente a la educación el 6 por ciento del PIB y destinará el 10 a partir del próximo año, además del 75 por ciento de los royalties petroleros.

En sus conclusiones, PISA 2012 hace señalamientos de interés que explican algunos de estos resultados y dice: la posibilidad de elegir la “mejor” escuela no mejora el rendimiento educativo y, por el contrario, está relacionada con mayores niveles de segregación; los sistemas exitosos son los que han tenido un fuerte compromiso en sostener la escuela pública y mantenerla bajo control de la comunidad; ha fracasado la reforma educativa basada en el mercado, según se evidencia en la muestra.

No hay que hacerse ilusiones: sin una base educativa sólida y democrática no habrá una futura sociedad del conocimiento.

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