ribbon

La fuerza creciente del ALBA-TCP

17 de diciembre de 2022

|

 

Ha concluido en La Habana la XXII reunión Cumbre de los jefes de estado y gobierno de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) al cumplirse 18 años del momento histórico en que Fidel Castro y Hugo Chávez suscribieron la novedosa, sin precedentes y revolucionaria alternativa de integración solidaria y cooperación -fruto común de la Revolución Cubana y la Revolución Bolivariana- a la que se sumaron otros países de América Latina y el Caribe en un amplio espectro que, desde sus comienzos, abarcó a las subregiones caribeñas, centroamericanas y sudamericanas.

El ALBA-TCP dio inicio al cumplimiento del dilatado sueño de los libertadores -de Simón Bolívar y José Martí- y resistiendo todas las presiones, agresiones, chantajes y trampas de los gobiernos imperialistas que desde entonces se han sucedido en Estados Unidos, se desarrolló exitosamente y enfrentó victoriosa todas las adversidades incluidos los desastres naturales, hasta llegar a esta fecha en que pudo pasar revista a lo mucho que queda pendiente en el camino.

El ALBA-TCP es hoy el sistema regional más antiguo y efectivo en cuanto a cooperación desinteresada, ayuda mutua y solidaridad que existe en nuestro continente y posiblemente en todo el mundo.

Todos los esfuerzos imperialistas y de su lacayo Almagro en la OEA fueron condenados al fracaso; la alternativa se convirtió en alianza y sirvió de base para concretar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que encarna actualmente la idea aún más amplia de la unidad en la diversidad.

En el ALBA-TCP no rigen las exclusiones imperiales, como tampoco en la CELAC, donde todos participan en igualdad de derechos y oportunidades respetando escrupulosamente los principios de soberanía e independencia de cada uno.

Todo indica que al imperialismo yanqui se le acabó su “patio trasero” y que las oligarquías locales a su servicio encaran hoy una fase de retroceso y pérdida de hegemonía que se extiende gradualmente al resto del continente y tratan de salvar.

Ello indica la enconada lucha de clase que se vive en Perú, donde la oligarquía más rancia y poderosa se niega a ceder a siglos de privilegios y explotación -bajo cualquier gobierno- y acude a las más sucias y tramposas maniobras para desalojar al presidente constitucional Pedro Castillo, quien ha proclamado la defensa de los pobres y ha decidido llevarla a cabo.

La recién concluida Cumbre mostró la fuerza creciente y la cohesión del ALBA-TCP como destacamento de vanguardia, como base firme y fuerte de inspiración de otros que alienten semejante voluntad e ideas. Los acuerdos alcanzados en La Habana son un salto de calidad y darán que hablar.

Comentarios