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Juego peligroso

1 de febrero de 2019

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Horas antes que Estados Unidos abandonara el Acuerdo del Tratado sobre misiles de alcance medio y corto, INF por sus siglas en inglés, Moscú caracterizó como un juego la posición estadounidense que, desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, ha demostrado su interés por quitarse de encima ese compromiso.

Juego que además se ha basado en mentiras solo con el fin de engañar a la opinión pública internacional y ocultar sus verdaderas intenciones. Ahora la Casa Blanca tiene las manos sueltas para seguir llevando adelante su funesta política exterior sobre todo en lo relacionado con las armas.

Fue el viceministro de la Cancillería rusa, Serguéi Riabkov, quien tachó la retirada antes de darse como una posición estadounidense totalmente destructiva, al término de un encuentro con Andrea Thompson, subsecretaria de Estado de EEUU para el control de armas y asuntos de seguridad nacional.

Igualmente adelantó entonces que “la postura de la parte estadounidense es sumamente rígida y tiene un alto carácter de ultimátum”, para agregar; “le dijimos que es imposible mantener una conversación bajo el régimen de intentos de chantaje a Rusia”.

Y entonces se reiteraron las mentiras con el fin de seguir confundiendo a la opinión pública. Trump vuelve a la carga con que Rusia “durante demasiado tiempo ha violado el Tratado INF con impunidad y desplegando un sistema de misiles prohibidos que representa una amenaza directa para nuestros aliados y tropas en el extranjero”.

Y remata su posición con una mentira aún mayor; “Estados Unidos se ha adherido completamente al tratado INF durante más de 30 años”. Pero no va a seguir estando “limitado por sus términos, mientras que Rusia” supuestamente, “tergiversa sus acciones”.

Es decir, desde ahora tiene las manos libres para seguir desarrollando nuevos y más sofisticados armamentos y cree colocar a Rusia en una posición defensiva, ya que la gran prensa repetirá como verdades absolutas las mentiras de la Casa  Blanca.

Debe recordarse que el Tratado es un acuerdo entre ambas naciones, firmado entonces por los presidentes Ronald Reagan y el secretario general del PCUS Mijail Gorbachov, el 8 de diciembre de 1987.

Este documento ha sido uno de los cimientos del régimen de supervisión y control sobre la no proliferación de armas nucleares y según el Kremlin – precisa Rusia Today – la salida estadounidense resulta preocupante ya que convierte al mundo en un lugar más peligroso que el actual.

El Departamento de Defensa de EU acusa a Rusia de violar el Tratado y sostiene que el misil 9M729 fue probado para un rango de distancia prohibido por ese documento. Moscú ha respondido que la supuesta violación es un invento y que sus reclamaciones a EEUU han sido ignoradas, como planteara recientemente el Vicecanciller ruso.

Europa ante esta situación vuelve a estar frente a una nueva y peligrosa política de Trump que, en realidad, la desprotege mucho más y la hace más insegura ante los riesgos de un enfrentamiento militar con Rusia.

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