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Israel, la Corte y la «justicia»

29 de enero de 2024

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El viernes pasado, la Corte Internacional de Justicia, había ordenado a Israel «tomar todas las medidas posibles para prevenir un genocidio en Gaza». Un día después, 174 palestinos murieron por los ataques israelíes, mientras que otros 310 resultaron heridos.

Una vez más, el gobierno sionista de Benjamín Netanyahu hizo caso omiso al llamado de la «justicia» internacional.

Súmese a la cantidad de muertos, el hecho denunciado ayer de que tanques israelíes estaban disparando contra un hospital en la propia Gaza.

A la par, la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados había alertado que 570 000 residentes en la Franja de Gaza enfrentan «hambre catastrófica».

No obstante, la resolución de la Corte Internacional de Justicia, ha sido considerada, tanto por Sudáfrica, país demandante, como por otros integrantes del jurado que deliberó al respecto, como «una victoria para el derecho internacional, y sobre todo para la justicia».

De todas formas, pensar que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que culminó el viernes sus deliberaciones sobre una denuncia de Sudáfrica contra Israel por estar cometiendo un genocidio en Gaza, iba a pronunciarse contraria a tal práctica, era demasiado, en el mundo y la época en que estamos viviendo.

Y así sucedió. En su veredicto, la Corte ordenó a Israel que tome todas las medidas posibles para «prevenir» el genocidio en Gaza. Nada más parecido a un regaño para que no suceda algo que todo el mundo sabe, y muy bien, es una práctica diaria del régimen sionista israelí, acentuada en los últimos cien días.

Incluso, resulta más que incomprensible obviar las masacres que se cometen a diario en Gaza, cuando, coincidentemente, el representante de la ONU para los territorios palestinos, Ajit Sungay, advirtió en Ginebra que «Israel viola sus obligaciones internacionales al atacar hospitales, escuelas y refugios en la Franja de Gaza, obligando a los palestinos a vivir en condiciones cada vez peores».

La comunidad de naciones y la población palestina en especial, tendrán que conformarse con un «veredicto» que se limitó a hablar de «prevenir el genocidio», cuando en realidad los hechos demuestran todo lo contrario y diariamente militares israelíes bombardean Gaza y otras ciudades palestinas.

Lo sucedido, es más de lo mismo: «Israel debe prevenir y castigar los casos de incitación directa al genocidio en el     enclave palestino», así como «permitir la llegada de ayuda humanitaria». Del alto al fuego, ni una palabra. De los más de 30 000 muertos palestinos, ni una palabra. De los casi 5 000 niños asesinados por la metralla israelí, ni una palabra.

Incluso, la propia Corte explica que «el operativo militar de Israel provocó un gran número de víctimas, destrucciones masivas y el desplazamiento forzado de una gran parte de la población de la Franja de Gaza». Y es muy consciente del alcance de la tragedia humana que se está desarrollando en la región y está profundamente preocupada por la pérdida continua de vidas y el sufrimiento humano».

Al parecer ese es el concepto de «justicia» que se quiere aplicar: que no pasa de la «profunda preocupación».

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