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Israel es la excepción

4 de junio de 2018

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Es vergonzoso observar por la TV como la representante de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, veta cualquier proyecto de resolución que condene, critique o mencione negativamente a Israel por las masacres continuas a que somete a la población palestina.

Esta semana, un proyecto presentado por Kuwait, que aboga por buscar un mecanismo de protección para los civiles palestinos, fue rechazado por la representante imperial y con el veto de ella, se echó abajo un documento que ni siquiera habla de crímenes como los que cometen a diario los soldados sionistas, lo mismo en Gaza que en Cisjordania.

Nada importó que 10 de los miembros del Consejo, máxima autoridad de la ONU, votaran a favor de la Resolución. Una sola mano, cinco dedos, y una acrecentada prepotencia bastaron para burlar el reclamo de muchos.

Por supuesto, esta práctica de Estados Unidos no es nueva. A lo largo de los años desde que Israel comenzó a apoderarse de los territorios palestinos, que los colonizó y sigue haciéndolo en nuestros días, siempre han sido los gobiernos estadounidenses los bastiones seguros para que el régimen sionista de Tel Aviv continúe con su política de exterminio de la población palestina y de amenaza militar a países del Oriente Medio, incluyendo a Irán.

Esta vez, el embajador de Kuwait ante la ONU, Mansur Al Otaibi, lamentó la postura de Washington y expresó que de esta forma, el órgano de 15 miembros transmite un claro mensaje al mundo: Israel representa una excepción en el cumplimiento del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, señala un despacho de PL.

¿Por qué Israel goza de impunidad, por qué la comunidad internacional no actúa para detener la difícil situación en Gaza?, cuestionó el diplomático.

La representante de Estados Unidos, Nikki Haley, la misma que vetó el proyecto de Resolución, arremetió como de costumbre contra el movimiento palestino Hamas. Olvidó o quiso ignorar que solo en Gaza han sido asesinados unos 100 palestinos en las dos últimas semanas y muchos de ellos son niños.

También esta semana el gobierno de Benjamín Netanyahu anunció la aprobación para construir 1 600 nuevos asentamientos judíos en tierra palestina ocupada.

Todo esto ocurre cuando el gobierno israelí se siente más protegido que nunca por Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump dio una muestra de ello al trasladar para Jerusalén la embajada de su país, provocación causante de las manifestaciones palestinas violentamente rechazadas por las balas sionistas.

Un solo párrafo de lo expresado por la Sra. Haley,  resume la verdadera dimensión de su gobierno contra los palestinos y de irrespeto al pensamiento y al pedido de la comunidad internacional.

“Sin duda vetaremos el proyecto de resolución de Kuwait”. “Es un enfoque extremadamente unilateral, carece de moral y solo serviría para socavar los esfuerzos en curso de lograr la paz entre los palestinos y los israelíes”, afirmó.

Otras consideraciones en este comentario no las creo necesarias, aunque quiero terminar con otras dos acciones también vergonzosas. Dos gobiernos latinoamericanos, el de Guatemala y el de Paraguay, han seguido el mal ejemplo imperial y también mudaran sus sedes diplomáticas para Jerusalén.

Recuerdo, en todos los casos, que la última víctima de las balas israelíes en Gaza fue la enfermera Razan Ashraf al-Nayar, de solo 22 años de edad, asesinada por soldados israelíes mientras cumplía con su deber humano de brindar tratamiento a civiles heridos en el campo de refugiados de Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza.

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