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Irán y la democracia

2 de julio de 2021

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Los recién efectuados comicios presidenciales en la República Islámica de Irán y la elección de Seyed Ebrahim Raisi como nuevo primer mandatario de ese importante país del Medio Oriente, han sacado a relucir una vez más el manido tema de la “democracia” y sus diversas interpretaciones por parte de las llamadas “potencias occidentales” y otros regímenes autocráticos y monárquicos de distintos matices –junto a sus voceros mediáticos– que se sienten en la delirante y absurda capacidad de juzgar el carácter democrático o no de las prácticas constitucionales de la nación persa, milenaria, sabia y prudente.

No es casualidad que los mismos que fueron protectores y aliados del régimen tiránico y sangriento del Sha Reza Palevi, sean ahora los que intenten poner en duda el ejercicio de la democracia implantado por la Revolución popular islámica de 1979, que rescató para la inmensa nación las riquezas y la dignidad secuestradas por la implacable y cruel autocracia asociada al imperialismo norteamericano y al gran capital internacional.

Como esos tiempos quedaron atrás y el pueblo iraní asumió su lugar en la región medioriental y en el mundo, nada más socorrido y a la vez ridículo que intentar descalificar a la democracia iraní, .que su propio pueblo se ha dado soberanamente, mediante la cual casi 18 millones de iraníes decidieron la elección de Raisi entre otros tres candidatos.

Los electores favorecieron por abrumadora mayoría la plataforma del aspirante ganador, de 61 años de edad y hasta ahora presidente del Poder Judicial, quien ha mantenido una firme posición de defensa de los principios y postulados originales de la Revolución Islámica que condujo el Ayatolah Khomeini y desempeñado con aptitud y autoridad numerosos cargos gubernamentales, destacándose por su papel en la lucha anticorrupción.

En momentos en que el gobierno imperialista de Estados Unidos pretende imponer condiciones, como es su costumbre, para regresar al cumplimiento del llamado Acuerdo Nuclear que Donald Trump repudió unilateralmente, la elección de Raisi es una confirmación de que Irán continuará por el camino independiente que se ha trazado, no aceptará amenazas, presiones ni chantajes y estará dispuesto a convivir con Estados Unidos en una atmósfera de comprensión y respeto mutuo, tal como ha reiterado.

La increíble e inaceptable idea de que solo hay un tipo de “democracia”, la que es cocinada en Washington para ser servida al resto del planeta, está pasando rápidamente a la historia y quedando como pieza de museo. Tanto el emergente y poderoso multilateralismo como la igualdad jurídica de todos los Estados –expresada en la Carta de las Naciones Unidas– incluyen el derecho de cada pueblo a darse libremente su propia democracia.

Es el derecho que acaba de ejercer el pueblo iraní.

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