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Irán resiste y crece

8 de febrero de 2021

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En las últimas cuatro décadas, luego del triunfo de la Revolución Islámica de Irán, la nación persa ha dado muchos ejemplos al mundo, tanto por su resistencia, como por su desarrollo científico.
Por estos primeros días de febrero, una noticia impactó favorablemente en quienes confían que ese país tiene necesariamente que desarrollarse militarmente para poder hacer frente a sus enemigos, el más cercano Israel, y allende los mares, Estados Unidos.
Me refiero al anuncio de la fabricación de misiles y aviones no tripulados (drones), en los que ya Irán ocupa un puesto entre los países más avanzados y poderosos, según explicó el general de brigada Amir Ali Hayzade , comandante de la División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, citado por HispanTV.
En el problemático campo nuclear, la nación persa ha mostrado cuán alta es su capacidad de desarrollar un programa pacífico, con el propósito de producir combustible a base de uranio, generar electricidad y crear radiofármacos para tratar el cáncer y otras enfermedades que requieran de esa tecnología.
Ya desde 2012, el país produjo y probó con éxito varillas de combustible para ser utilizadas en sus plantas nucleares, incluido en el reactor de investigación enclavado en Teherán.
Hay que recordar que el programa de desarrollo nuclear iraní, aún cuando está concebido con fines pacíficos y sin pretensiones de obtener la bomba atómica, ha sido motivo de cuestionamiento, sanciones y amenazas de todo tipo por parte de los gobiernos de Estados Unidos y de algunas naciones europeas.
Fue así como, tras más de cinco años de negociaciones, en 2015 se llegó a lo que la ONU ha declarado como el más importante logro de la paz alcanzado a través del diálogo: el Acuerdo Nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña, más Alemania) que comprometió a Teherán a no fabricar armas nucleares, y a Estados Unidos a levantar todas las sanciones que había impuesto a la nación persa.
Todo marchaba bien. La Organización Internacional de Energía Atómica monitoreaba el cumplimiento in situ de los compromisos iraníes y la Unión Europea, que acompañó a Washington en el sistema de sanciones, levantó también éstas, al igual que lo hizo Estados Unidos.
Pero, dos años después de logrado el Acuerdo, llegó a la Casa Blanca el presidente Donald Trump y entre sus primeras y arbitrarias medidas, rompió con el pacto y continuó y superó las sanciones económicas y financieras contra Irán.
La decisión unilateral de Trump, volvió a poner al mundo al borde de una posible guerra de incalculables consecuencias, mientras el gobierno iraní actuaba con inteligencia y valor, continuando su desarrollo nuclear, comprometido con la paz y el diálogo, siempre y cuando Estados Unidos volviera al Acuerdo sin condicionamiento alguno, y se levantaran toda las crueles sanciones impuestas a ese país.
Hoy, un nuevo presidente en la Casa Blanca, ha declarado su plan de volver al Acuerdo, pero en estos últimos días, el nuevo secretario de estado norteamericano, ha agregado un elemento discordante con lo pactado en 2015, al hacer reclamos no justificados a Irán, país que cumplió todo lo concertado.

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