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Huyendo de la candela

16 de mayo de 2019

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Jair Bolsonaro, tenía las maletas preparadas para viajar a Nueva York. Pero, lo que el «Trump del trópico» no se imaginaba era que, además de las manifestaciones en su contra, el propio alcalde de la ciudad y otros funcionarios dijeron que «no lo querían» en la urbe estadounidense.

¡Qué vergüenza! –sí la tuviera–, para el gobernante brasileño. Ni en la gran ciudad del país al que venera, lo quieren, ni aceptan su visita.

Tuvo entonces Bolsonaro que desviar la ruta del avión que lo llevaba al país del norte, y aterrizar en Dallas, Texas, donde un ex presidente bien recordado por sus guerras –George W. Bush– se prestó como anfitrión y escuchó toda la andanada de mentiras de Jair respecto a Venezuela, y al posible ascenso al poder de Cristina Fernández, en Argentina.

El viaje no podía posponerse, me imagino que por las grandes manifestaciones de miles de estudiantes y profesores brasileños, opuestos a los recortes para los programa de educación, adoptados por el mandatario.

Huía de la «candela», a la que se sometía por los reclamos de jóvenes y maestros. Dejaba el «rancho ardiendo», como se dice en el argot popular, y tomaba el avión rumbo al norte.

En Texas, el presidente de Brasil arremetió contra quienes protestaban en Brasilia, a los que calificó de «idiotas».

Los estudiantes universitarios y profesores que participan en la huelga que se realiza en los 27 estados de Brasil, «son unos imbéciles», recalcó el arrogante mandatario.

Hacía unas horas que había dejado a su país con miles de personas que se oponen al anuncio de un recorte del 30 por ciento en el presupuesto discrecional de las universidades federales y el bloqueo de becas de investigación.

Como para obviar la tensión en que dejó a Brasil, Jair Bolsonaro, en la reunión con W. Bush en Texas, Estados Unidos, dijo que «en la Argentina está la posibilidad de volver a la presidencia a la señora Cristina Fernández de Kirchner, lo que, advirtió, es «un gol» que implicaría «tener una nueva Venezuela al sur de América del Sur».

En sus palabras a la prensa en el hotel donde se hospeda, dijo que él «no es vidente, pero, por el semblante de su anfitrión W. Bush, ha entendido que se siente preocupado no sólo con Venezuela, sino con la cuestión de Argentina», señaló.

De igual forma, mientras Bolsonaro se reunía que W. Bush en Texas, su hijo, el diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, defendió que Brasil posea armas nucleares y alegó que «el país sería más respetado en el exterior si las ostentase».

Eduardo Bolsonaro dijo que la nación tiene que comenzar a discutir la posibilidad de desarrollar armas nucleares, durante un pronunciamiento para militares en una ceremonia de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, de la que es presidente.

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