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Humillar, destruir a Rusia

6 de enero de 2023

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El establishment estadounidense ha aplaudido las decisiones de Alemania y Francia de incrementar su ayuda militar al régimen fascista de Ucrania, mediante sendos envíos de misiles de cruceros y tanques de última generación. Con ello, llegará personal militar para entrenar a los “conejillos de India” ucranianos.

La embestida occidental contra Rusia se debate entre el deseo de destruir y humillar a Moscú y el peligro que representa una hecatombe nuclear si los imperialistas siguen aumentando la parada bélica.

En este contexto, nuevos acuerdos sobre el desarme son irreales e innecesarios en este momento. y la actitud occidental, que no ofrece garantías de máxima seguridad, mantiene al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial.

A principios de este año, el presidente ruso, Vladimir Putin, sostuvo que la decisión de lanzar el operativo militar fue difícil, pero recalcó que a Moscú no le quedó otro remedio. En este sentido, reiteró que Rusia lucha, no contra el pueblo del país vecino, sino contra las autoridades que llegaron al poder tras el golpe de Estado del 2014, y al respecto subrayó que “cualquier negociación con los dirigentes ‘títeres’ ucranianos perdió sentido ya el año pasado”.

Así, no hay que olvidar que Occidente apoya a Kiev con todas sus fuerzas con el envío de armas, la preparación de mercenarios y la ayuda financiera, pero no responde si estar dispuesto a entablar una guerra total contra Rusia, incluida la nuclear, por Kiev.

 

ERDOGAN SE DESMARCA

A su vez, un integrante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Turkiye, mediante su presidente, Recip Tayip Erdogan, se desmarcó completamente de la actitud de Occidente, y subrayó que su país está dispuesto a cooperar en cualquier arreglo de paz, y aprovechó la ocasión para anunciar que retirará las tripas turcas que aún están en Siria y su disposición a normalizar en todos los sentidos las relaciones con Damasco.

Esta buena noticia vuelve a contrastar con el silencio norteamericano sobre su participación en laboratorios biológicos que ha mantenido en Ucrania para desatar en cualquier momento una guerra viral contra el vecino ruso.

Sin dudas, la falta de respuesta de Estados Unidos hace válidas las acusaciones del teniente general Ígor Kirílov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, al revelar nuevos participantes de los proyectos estadounidenses de armas biológicas en Ucrania.

Se trata de Kenneth Myers, exdirector de la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa de EE.UU.; Tara O’Toole, vicepresidenta ejecutiva del fondo de capital riesgo In-Q-Tel, controlado por la CIA; Thomas Frieden, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.; Francis Collins, exdirector de los Institutos Nacionales de Salud; y Jeffrey Wadsworth, director científico y presidente de Investigación Internacional, Desarrollo y Medicina de la empresa Pfizer, entre otros.

Según AFP, Kirilov subrayó la implicación de Hunter Biden y su fundación Rosemont Seneca, así como de otras entidades controladas por el Partido Demócrata estadounidense, en la financiación de importantes contratistas del Pentágono que operan en Ucrania, agregando que se demostró lo profundo que el hijo del presidente norteamericano está “involucrado en la financiación de Metabiota, empresa controlada por el Departamento de Defensa de EE.UU.”.

Además, hay que recordar que Washington promueve la creación de un nuevo mecanismo que le permite designar a su antojo a los responsables de incidentes biológicos, mientras bloquea una serie de iniciativas rusas que buscan reforzar las medidas de control de ese tipo de armas.

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