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Guinea Bissau: Contrastes y ambiciones

23 de mayo de 2013

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Inseguridad y precariedad en la calidad de vida caracterizan el quehacer de Guinea-Bissau, a pesar de una aceptable producción de petróleo y reservas de bauxita y fósforo, con una población laboriosa, que en los últimos tiempos ha sido sacudida por continuados golpes de Estado y una injerencia externa escudada en una misión de la ONU, la cual debería llevar presuntamente la estabilidad y la restauración del orden constitucional a la pequeña republica del occidente de África.
El grupo de Naciones Unidas ya estaba en esa nación cuando se produjo el golpe militar del 13 de abril del 2012, poco antes de las elecciones presidenciales programadas para el 22 del mismo mes, y nada hizo en concreto para apaciguar los ánimos en ese entonces. Ahora hay desconfianza en que cumpla la tarea en dos fases encomendada por el secretario general Ban Ki-moon, dada a conocer en un informe al Consejo de Seguridad:
Una primera fase en la que se restaure el orden constitucional, consolide la estabilidad y culmine con elecciones generales y produzca un entorno político de confianza.
La segunda fase terminaría al concluir el mandato del próximo gobierno electo, y tendría que vigilar el fortalecimiento del Estado y las instituciones democráticas, así como el funcionamiento de las estructuras locales y centrales.
Todo ello debería evitar la constante de la emigración, tanto para buscar unas mejores condiciones de vida –tiene el puesto 169 en el Producto Interno Bruto- como para huir de los problemas políticos que vive el país en los últimos años.
DATOS ÚTILES
Con 36 120 kilómetros cuadrados y poco más de millón y medio de habitantes, solo cinco de sus localidades superan los 10 000, entre ellas la capital, Bissau, con 431 082.
Limita con Senegal al norte, y Guinea al sur y al este, y con el océano Atlántico al oeste. Fue colonia portuguesa, formando parte de la denominada Guinea Portuguesa. Al independizarse, se agregó el nombre de su capital, Bissau, al nombre oficial del país para evitar confusiones entre ésta y la República de Guinea.
El territorio actual de Guinea-Bissau fue el reino de Gabú, que pertenecía al Imperio de Malí; algunas partes del reino persistieron hasta el siglo XVIII. Si bien los portugueses se instalaron en Guinea en el siglo XV, no se aventuraron más allá del litoral marítimo. El reino de Gabú consiguió mantener su independencia hasta el siglo XIX, mientras las poblaciones costeras eran esclavizadas.
En la década de 1950, la mortalidad infantil era de 600 muertes por cada 1 000 nacimientos y sólo el 1% de la población rural estaba alfabetizada.
Amílcar Cabral fundó la Asociación de Deportes y Recreación, que en 1956 se convertiría en el Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), que tres años después inició una guerra de guerrillas. En las zonas liberadas fue proclamada la República Democrática de Guinea, reconocida en 1973 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Guinea-Bissau fue la primera colonia portuguesa de África que obtuvo la independencia.  AÑOS TURBULENTOS
En 1980, Joao Bernardo Vieira, comandante de la lucha guerrillera, encabezó un golpe de Estado que acabó con la presidencia de Luís Cabral e interrumpió la fusión con Cabo Verde, cuando ambos países planeaban una unión constitucional.
Vieira permaneció en el exilio hasta el 2005, nueve años después del fin de una guerra civil de once meses que lo había expulsado del poder; regresó para presentarse a los comicios destinados a restablecer la democracia.
En la madrugada del 2 de marzo de 2009 resultó muerto en un atentado con bomba en los cuarteles del ejército el jefe del Estado Mayor, Tagmé Na Waié. Horas después, Vieira fue asesinado por unos militares en la residencia presidencial. Previamente se había negado el ofrecimiento de la Embajada de Angola de evacuarlo a su sede diplomática. Murió a los 69 años, tras haber estado más de 23 al frente de Guinea Bissau.
Después del asesinato de Vieira, los militares juraron respetar la orden constitucional de sucesión. El portavoz de la Asamblea Nacional, Raimundo Pereira asumió el poder interinamente hasta una elección nacional, que ocurrió el 28 de junio de 2009, ganada por Malam Bacai Sanhá, quien asumió el poder el 8 de septiembre del mismo año. Pero el denominado orden constitucional y democrático, envuelto en perennes escándalos de corrupción, fue roto por el golpe militar de abril del 2012, poco antes, subrayo, de la celebración de elecciones presidenciales.
Incierto aún el futuro de esta pequeña nación, con importantes acciones históricas en la lucha contra el colonialismo, que hoy se ve abocada a una economía de supervivencia, con recursos energéticos que no se utilizan totalmente para el beneficio social, y otros aún sin explotación

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