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Grupo de los 77 y China: Un grito razonado por el desarrollo, la justicia, el progreso y la paz

19 de septiembre de 2023

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Como un grito razonado por el desarrollo, la justicia, el progreso y la paz puede calificarse sin dudas a la declaración final de la Cumbre del Grupo de los 77 y China que, por convocatoria de las Naciones Unidas y bajo la presidencia pro témpore de Cuba, acaba de celebrarse en La Habana con la nutrida presencia de más de un centenar de presidentes, primeros ministros, cancilleres, ministros, vicepresidentes, viceprimeros ministros junto a otros altos funcionarios de los 134 países que componen dicho Grupo, el más ampliamente representativo de los que forman la ONU en las actualidad y con presencia en todos los órganos y agencias de la más amplia organización mundial. El Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres hizo la apertura personalmente.

La reunión correspondiente al año actual tiene lugar en los meses finales del período, en que correspondió a Cuba la presidencia de este Grupo, para la cual fue elegida el año anterior, y constituyó para este país un rotundo triunfo diplomático, de reconocimiento y respeto internacional al alcanzar una numerosa y calificada concurrencia y participación que, junto al motivo específico del encuentro, se extendió en condenas y reclamos contra el criminal bloqueo comercial, económico y financiero del bloqueo de hace seis décadas por parte de los gobiernos de Estados Unidos contra Cuba y la inclusión arbitraria, injusta y falaz de este país en una ilegal y unilateral lista de “países patrocinadores del terrorismo”, donde Washington (régimen de Trump) decidió incluirla y el régimen de Biden la mantiene sin alteración.

La declaración final condena igualmente todas las sanciones coercitivas unilaterales que de manera sucesiva han ido haciendo su aparición en la escena internacional sin respaldo jurídico alguno por parte de Naciones Unidas, las cuales son habitualmente impuestas y utilizadas como elemento de presión, amenaza o agresión por parte de Estados Unidos o la Unión Europea, en sus intentos de dominación y hegemonismo.

El texto declaratorio, elaborado de conjunto y con la oportunidad de participación democrática de todos los países-miembros del Grupo, se convierte a partir de esta fecha en el documento básico orientador sobre los retos actuales del desarrollo, el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación para este conjunto vasto de naciones que suman las dos terceras partes de la composición de las Naciones Unidas y el 80% de la población mundial.

A nadie puede escapar, por tanto, la importancia y trascendencia de lo aprobado y las repercusiones que podrá tener a partir de ahora en ese decisivo terreno del que tanto dependen el futuro de la humanidad y sus países integrantes.

La Cumbre de La Habana y su declaración final robustecen, consolidan y esclarecen el camino hacia un nuevo orden mundial, que es finalmente el propósito esperanzador e imprescindible de quienes han llegado a formar esta formidable fuerza en el escenario internacional.

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