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Futuro juvenil incierto

28 de noviembre de 2014

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El “Estado de la población mundial”, correspondiente esta vez al año 2014, es un documento que anualmente emiten las Naciones Unidas mediante su Fondo ara la Población (UNFPA) habitualmente caracterizado por su seriedad y rigor científico y contiene verdades sin tapujos ni compromisos, contribuyendo a desenmascarar crudas realidades que el sistema capitalista impone al mundo.

En esta ocasión, el informe dedica particular atención al tema de los jóvenes y expone que las perspectivas de vida de la población juvenil en la época actual “son sombrías y sus aportaciones al desarrollo serán limitadas.”

UNFPA se apoya en datos estadísticos alarmantes, como que el 60 por ciento de los mil 800 millones de jóvenes que viven hoy en el mundo, de entre 10 y 24 años,- ni estudia ni trabaja. En estos momentos, la cifra de jóvenes en el planeta se considera la más alta en la historia de la humanidad.

De ellos, más de 500 millones viven en la pobreza y sus derechos son constantemente vulnerados, como las 39 mil niñas que cada día contraen matrimonio sin llegar a la edad de 18 años, por lo general bajo coerción.

Añade  este examen que dos de cada tres países, al diseñar sus planes de desarrollo ignoran completamente la participación juvenil tanto en educación como en salud, sin realizar las correspondientes  inversiones ni proteger sus derechos, cuyo pleno ejercicio para millones de jóvenes sigue siendo “un sueño lejano”.

El director ejecutivo Babatunde Ozothimehim, al presentar el informe anual, advirtió dramáticamente que “los jóvenes son los innovadores, creadores, constructores y líderes del futuro, pero pueden transformar ese futuro solo si cuentan con las aptitudes, la salud, la capacidad de adoptar decisiones y verdaderas opciones de vida”.

Teniendo en cuenta que 9 de cada diez jóvenes vive actualmente en el llamado mundo subdesarrollado, el incremento desmedido de las tasas de fecundidad origina enormes retos y la aparición de una fuerza de trabajo poco calificada, que atrapará a sus economías respectivas si no se enfrenta con una decisiva mayoría sobre todo en los índices de salud y educación y una protección de los derechos de los jóvenes en general.

El funcionario de la ONU alertó que, por razones de discriminación de género, estos problemas pueden ser aún más difíciles para las mujeres jóvenes y las adolescentes. Como también, -añadimos nosotros,- en los casos de discriminación racial y social.

Tal como sucede con otros informes de las diferentes agencias de Naciones Unidas, ellos recogen una valiosa y confiable información y constituyen un diagnóstico que con bastante exactitud se acerca a las realidades del mundo actual en sus diferentes esferas. Adolecen obviamente, -y nopuede ser por ahora de otra manera,- de consideraciones más profundas que desentrañen las causas y las curas de estos males.

Son, sin embargo, útiles herramientas para apoyar la lucha social y como tales hay que verlos y agradecerlos.

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