Fraude que viene
22 de mayo de 2018
|
El único candidato presidencial de la izquierda colombiana, Gustavo Petro, acaba de denunciar que el presidente Juan Manuel Santos avala cualquier intento de fraude en las elecciones del próximo domingo 27, con el fin de impedir su triunfo y llevar al poder a otro mandatario de derecha.
Nada extraño que suceda en esta Colombia tan necesitada de un movimiento social aglutinante que invalide cualquier intento de fraude para hacer realidad comicios como los que se acaban de efectuar en Venezuela, los cuales, a pesar de ser limpios y avalados por observadores internacionales netamente neutrales, han sido atacados por la reacción interna y externa.
Contra Colombia no hay guerra económica incoada por el imperialismo, ni latifundistas ni jefes del narcotráfico que se opongan al actual sistema permeado de corrupción; de ahí que para esos elementos es inconcebible la victoria de Petro, quien junto a Humberto de la Calle promocionan el estricto cumplimiento del Acuerdo de Paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, hoy devenidas en partido político y fiel al compromiso, no así la parte oficial.
Las encuestas daban al principio que los principales contendientes a la primera magistratura eran Petro y el centroizquierdista Sergio Fajardo, pero ahora colocan a la derecha uribista y conservadora al frente, exaltando las figuras de Iván Duque y Germán Vargas Lleras.
Las elecciones presidenciales de Colombia tendrán su primera vuelta este domingo venidero, y el candidato ganador debe obtener la mitad más uno del total de votos válidos; de lo contrario, se realizará una segunda vuelta entre los dos aspirantes con mayor votación el domingo 17 de junio próximo. El ganador gobernará por un periodo máximo de 4 años –fijado entre el 7 de agosto del 2018 y el 7 de agosto del 2022–, después de eliminada la reelección por el Congreso en el 2015.
Campaña del miedo
La propia prensa colombiana reconoce que la campaña del miedo contra la figura de Petro ha sido muy intensa y deberá dar el resultado apetecido para su eliminación en la primera vuelta, explotando las cuestiones a su figura como que fue guerrillero y partidario del acuerdo de paz –que en una sociedad normal debían encumbrarlo–, obviando sus reconocidos méritos políticos durante diversos cargos que ha ocupado desde 1991, incluyendo la Alcaldía de Bogotá. Contra él no se ha podido levantar campaña alguna sobre cuestiones de corrupción, tan esgrimida contra quienes no comulgan con el Imperio y sus acólitos.
De una población de 49 834 240, son votantes inscritos 36 025 318, pero se espera una gran abstención, producto de la falta de confianza en el sistema, el cansancio con la política tradicional, el que después de los comicios todo sigue igual o peor y el aislamiento de decenas de miles de personas, debido a catástrofes naturales, entre otras cuestiones.
Como la abstención siempre favorece a la derecha, que saca históricamente ganancia de ello, los comicios se ponen aún más difíciles para los programas bien intencionados y que no reciben, por supuesto, la debida atención mediática.
De todas maneras, y a pesar del fraude que viene, el domingo puede ocurrir lo quizás menos pensado, aunque, como parece probable, debe haber una segunda vuelta.
Gustavo Petro, a quien han amenazado de muerte –nada extraño en la Colombia de hoy– es apoyado por el Movimiento Colombia Humana, el Movimiento Alternativo Indígena y Social, la Lista de la Decencia y la Unión Patriótica, que sufrió el asesinato de más de 5 000 de sus integrantes, incluso un candidato a la presidencia, cuando dejó las armas y se aventuró al mundo político.
Iván Duque Márquez, del uribista Centro Democrático, es apoyado por otros entes de derecha que integran la Gran Alianza de Colombia. El centrista Humberto de La Calle, del Partido Liberal, cuenta con el respaldo de la Alianza Colombianista, de la que firman parte, además, la Alianza Social Independiente y el Movimiento Nuestro Partido es Colombia
El centroizquierdista Sergio Fajardo, del Movimiento Compromiso Ciudadano, recibe el aliento de la Coalición Colombia, el Polo Democrático, la Alianza Verde y el Polo Democrático Alternativo
Jorge Antonio Trujillo es el candidato del Movimiento Todos Somos Colombia.
El derechista Germán Vargas Lleras es el candidato del Movimiento Mejor Vargas Lleras, que integran su Partido Conservador, Partido Cambio Radical y el Partido Social de Unidad Nacional
Estos son los candidatos que aspiran a sustituir al actual mandatario, Juan Manuel Santos, en estos momentos, reitero, cuestionado por la izquierda por su incumplimiento del Acuerdo de Paz que desarmó a las guerrillas de las FARC, y, repito, por su presunta complicidad en el muy posible fraude del próximo domingo 27.
Comentarios
