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Fracasos en varios frentes

15 de febrero de 2014

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Fracasos en varios frentes

En torno a la situación en Siria, dos frentes diplomáticos que intentan buscar una solución al conflicto, chocan con los mismos problemas de siempre: la doble moral de una política más comprometida con la guerra que con la paz, aunque sus líderes digan lo contrario.

Recién se han puesto sobre la mesa, en Nueva York, en el Consejo de Seguridad y en la capital suiza en la Conferencia Ginebra II, sendas resoluciones bajo la batuta norteamericana, que buscan, en el Consejo de Seguridad, el apoyo necesario para una posible intervención armada en Siria; y en Ginebra, obviar el componente terrorista de lo que sucede en en la nación árabe y exigir la dimisión del gobierno de Bashar al Assad.

Respecto al documento presentado al Consejo de Seguridad bajo los auspicios de Washington, el representante ruso en Naciones Unidad salió al paso y advirtió que el organismo mundial tiene que ser capaz de adoptar una resolución con una visión clara de la necesaria lucha contra el terrorismo.

El argumento se basa, fundamentalmente, en que el gobierno y el pueblo sirios se enfrentan en estos últimos tres años a una guerra en la que participan más de 100 000 mercenarios de unos 80 países y grupos radicales afiliados a la red Al Qaeda.

En Ginebra II, este sábado el mediador de Naciones Unidas Lakhdar Brahimi, se disculpó ante el pueblo sirio por la falta de progreso en las negociaciones de paz entre el gobierno y los grupos opositores.

Según BBC Mundo, la segunda sesión de conversaciones terminó este sábado de forma abrupta, y Brahimi señaló que no se ha establecido fecha para la tercera ronda.

El mediador aseguró que es mejor que ambas partes dediquen tiempo a reflexionar si quieren que el proceso continúe, en vez de reunirse sin un objetivo concreto.

Y mientras en Ginebra se anunciaba el fracaso de la segunda ronda de conversaciones, la prensa internacional daba a conocer que miles de terroristas de Chechenia y Arabia Saudita están luchando contra el gobierno del presidente Bashar al Assad en Siria.

Se asegura que unos 14000 extremistas chechenos se han unido a los grupos opositores que operan en Siria. También se reconoce que hasta  el momento, 3 671 chechenos han sido muertos en el conflicto, mientras que otros 1 397 se hallan desaparecidos.

Otro país, de los que participan en las conversaciones de Ginebra es Arabia Saudita, comprometido con el financiamiento de  los grupos armados y que ha aportado ya más de 2 000 mercenarios.

El periodista francés George Malbrunot, reveló que más de 250 saudíes murieron en los combates junto a los grupos terroristas armados en Siria.

En un artículo publicado en el periódico francés Le Figaro, Malbrunot citó un estudio realizado por un servicio de inteligencia occidental, cuyos autores expresaron su rechazo al tratamiento de las autoridades saudíes a este problema, ya que estas últimas facilitan el envío de mercenarios a Siria y también liberan a algunos presos de la cárcel bajo la condición de dirigirse a Siria a combatir contra el gobierno.

Como vemos, el tema sirio no solo tiene el componente militar que muestra a una nación donde más de 100 000 mercenarios foráneos han ido a quebrar la tranquilidad y desestabilizar al país; sino que tiene como valor añadido el cinismo y la doble moral cuando se intenta exponer al mundo el deseo de buscar la paz, mientras tras bambalinas se da dinero y reclutan terroristas para que hagan la guerra y siembren la destrucción y la muerte.

 

 

 

 

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