ribbon

Ensayos nucleares: cese completo

4 de septiembre de 2017

|

 

La más reciente celebración del Día Internacional contra los Ensayos Nucleares –establecido por Naciones Unidas desde el año 2009– fue ocasión para que el secretario general actual de esa organización mundial, Antonio Guterres hiciera un puntual recordatorio acerca de un importante compromiso pendiente de la comunidad internacional, ens especial de los países que poseen este tipo de armamento.

En 1966 las Naciones Unidas lograron dar un importante paso en este sentido al lograr la aprobación del Tratado de Prohibiliferación Completa de los Ensayos Nucleares, que ya habían sido eliminados en la atmósfera por su evidente peligrosidad para los propios autores. Sin embargo, para la entrada en vigor de dicha prohibición falta aún la ratificación por parte de ocho Estados.

Más recientemente, en el seno de la ONU se ha aprobado también el proyecto de tratado que prohibiría la fabricación de ar4mas nucleares, un trascendente acuerdo que corre el riesgo de sufrir las dilaciones y espera indefinida del tratado anterior referido a los ensayos.

Tales ensayos comenzaron en 1945, con los inicios de la llamada “era nuclear” y más de dos mil tuvieron lugar en el Pacífico Sur, Asia Central, Norte de África y, por supuesto, en los extensos desiertos del oeste de Estados Unidos, particularmente en Nevada.

Guterres recuerda en su mensaje, los daños causados no solo a los seres humanos sino al ecosistema en su conjunto, en especial a los más vulnerables, y llama a desterrarlos poniendo en vigor el tratado pendiente.

El secretario general no desconoce, por supuesto, que la coyuntura internacional actual no resulta la más propicia para la puesta en vigor de esta clase de acuerdos, que requieren sobre todo una voluntad de paz que hoy no abarca a todos poseedores del armamento nuclear.

En medio de esa situación preocupante y de diversidad de peligrosos conflictos, América Latina y el Caribe pueden seguir exhibiendo con satisfacción la vigencia del histórico Tratado de Tlatelolco y la Proclama como Zona de Paz adoptada por todos los países latinoamericanos y caribeños. Iintegrantes de la comunidad de estados CELAC.

En medio de las turbulencias que azotan a otras regiones, América Latina y el Caribe logran resistir aún las presiones imperialistas de Estados Unidos, que procuran fragmentar al que consideran “patio trasero” y de ese modo debilitar también la voluntad de la región contra la proliferación nuclear.

Comentarios