ribbon

En quiebra la campaña antivenezolana

23 de junio de 2014

|

Para nadie es un secreto que la brutal campaña mediática coordinada desde Estados Unidos contra la Revolución Bolivariana y el gobierno constitucional de Venezuela, -desde los períodos presidenciales de Hugo Chávez,- ha sido posiblemente una de las mayores, más abundantemente financiadas y con más sostenida presencia en los diversos medios de comunicación, incluidos los muy actuales digitales y satelitales.

Con una simultaneidad y conjunción delatadas por la comunidad de líneas editoriales y falaces  argumentos utilizados a la vez por esos medios, desde Estados Unidos, Europa, América Latina y dentro de la propia Venezuela, la campaña antivenezolana va a cumplir ya quince años de ininterrumpido despliegue y magros resultados.

Al margen de ideas y proyecciones políticas, no es de dudar que las constantes ofensas a la inteligencia, el raciocinio o la más elemental lógica de los acontecimientos hayan conducido a la saturación y el descrédito del mensaje antivenezolano ante amplios sectores de la opinión pública que, aun sin coincidir algunos totalmente con el programa de la Revolución Bolivariana, llegan a percibir las mentiras reiteradas y los absurdos de sus voceros cargados de odio y estupidez.

En meses recientes han ocurrido hechos evidentes que nos permiten acercarnos a la conclusión de que la campaña antivenezolana está en quiebra o, al menos, se adentra en un bochornoso declive. Nos referimos a los últimos procesos electorales que han tenido lugar en diferentes países latinoamericanos.

No es casual que en esas jornadas por la elección presidencial en Chile, El Salvador, Costa Rica y Colombia, – que son los ejemplos más recientes,- hayan sido derrotados en todos los casos los candidatos que asumieron como suyos el mensaje antivenezolano y antichavista más reaccionario y recalcitrante. Sin dudas fue este un componente que contribuyó a sus fracasos respectivos.

Pudiéramos llegar de este modo a comprender que buena parte de los obligados receptores del diluvio mediático contra Venezuela están hartos, han llegado al límite de su paciencia o ambas cosas a la vez: no creen en las campañas sistemáticas del golpismo y sus patrocinadores y buscan otras alternativas para conocer qué ocurre en la tierra de Bolívar.

Los argumentos de la campaña antivenezolana muestran signos de quiebra y agotamiento.

Comentarios