ribbon

El silencio de los voceros

1 de agosto de 2014

|

Desgajándose poco a poco -pero cada vez con mayor rapidez-, van cayendo los valores morales de los cuales hacía ostentación antaño la sociedad estadounidense. Ellos han sido víctimas precisamente del carácter egoísta y codicioso del Imperio en sus más abyectas manifestaciones, tanto hacia el interior del inmenso país como hacia el exterior, sin exclusiones.

Los que más tienen y más desean seguir acumulando conforman -obviamente-, la parte menos numerosa pero más ambiciosa, que dentro de ese injusto orden de cosas prevaleciente hoy en Estados Unidos, se esfuerzan en convencer a la gran masa del pueblo de que el supuesto carácter mesiánico y excepcional de esa nación sobre sus semejantes los obliga a poner en práctica en el resto del mundo una invariable política de agresión y saqueo, acompañada de una creciente política de limitaciones de las libertades individuales en el interior.

Únicamente así -le han dicho a sus ciudadanos desde los olimpos dominantes-, será posible sostener a la nación como Imperio y hacerla acreedora a beneficios, privilegios y ventajas que en el resto del planeta añoran pero que solo los estadounidenses podrán conseguir y mantener.

A uno de esos aspectos acaban de referirse dos organizaciones connotadas dentro de aquella sociedad y bien lejanas de cualquier sospecha revolucionaria, como Human Rights Watch (HRW) y American Civil Liberties (ACL), en reporte conjunto tras una investigación que abarcó a más de 90 periodistas, abogados, ex funcionarios y funcionarios actuales del gobierno, concluyendo que la vigilancia en gran escala, la ofensiva contra las llamadas “filtraciones de seguridad nacional”, las amenazas a la libertad de prensa y al derecho al asesoramiento jurídico, limitan como nunca antes la vida social del país.

Dicen los encuestados que el gobierno de Obama ha sido particularmente más implacable en este sentido que otros anteriores y ello se atribuye, en parte, a las revelaciones hechas por el ex contratista y agente NSA/CIA Edward Snowden.

Este reporte afirma que “Estados Unidos se dice un modelo de libertad y democracia, pero sus programas de vigilancia están amenazando los valores que clama representar” y añade que tales programas están ahora mucho menos dispuesto para relacionarse con la prensa, incluso sobre temas no confidenciales o siquiera con opiniones personales de los funcionarios.

En la práctica, están aterrorizados y este sentimiento se ha agudizado tras la acusación por parte del gobierno a ocho personas bajo la Ley de Espionaje, señalados como posibles autores de un delito de “filtración de información”

Muchos son los académicos, profesores o simplemente observadores en Estados Unidos y en países extranjeros que tratan de llegar a las conclusiones más acertadas acerca de este proceso aparentemente indetenible que corroe a la sociedad estadounidense y se expresa en el brutal deterioro de valores, si necesariamente es una fase inevitable que debe acompañar a la decadencia imperial y eso es lo que está ocurriendo.

Comentarios