El reagrupamiento nazi en Ucrania

28 de febrero de 2022

|

Gustavo Robreño

 

Para nada es un secreto que las bandas armadas nazifascistas jugaron un activo papel dentro del golpe de estado que tuvo lugar en Ucrania en 2014 contra el presidente constitucional electo, Yanukovich, un suceso que fue abiertamente auspiciado, patrocinado y financiado por el gobierno imperialista de Estados Unidos (régimen Obama-Biden) y la Unión Europea.

Es a partir de esa fecha que las envalentonadas bandas nazifascistas comienzan a ascender los peldaños del poder, las instituciones gubernamentales e incluso medios de comunicación del país ucraniano, a la par de sucesivas crisis políticas internas entre los propios grupos que aspiran a controlar el gobierno y el Parlamento.

Todo esto en medio de una campaña criminal contra la población rusa o de origen ruso, que habita principalmente en la región minera del Donbass -entre Donetsk y Lugansk-, las que son agredidas, hostigadas y atacadas por estos elementos que llegan a producir víctimas mortales. El idioma ruso fue prohibido.

Tal situación desesperada y como forma de procurar su autodefensa, creó las condiciones mínimas indispensables para constituir en esos territorios las dos Repúblicas populares y en estrecha alianza sus pobladores y no pocos colaboradores ucranianos antifascistas asumieron la defensa y supervivencia de esa región.

Si echamos una mirada hacia atrás y hurgamos en la historia no tan lejana de la invasión nazi contra la ex Unión Soviética, encontramos también el activo papel jugado entonces por los nazifascistas ucranianos que -aliados de Hitler-, organizaron su propio ejército y lo lanzaron en apoyo y cooperación junto a los invasores hitlerianos.

Son raíces históricas que no deben ignorarse en momentos como el actual, cuando se trata de utilizar nuevamente a Ucrania contra Rusia convirtiéndola en un escenario de guerra y muerte, con la diferencia de que esta vez el gobierno imperialista de Estados Unidos y algunos socios de la Unión Europea de hoy, se alinean, estimulan y lanzan a los nazifascistas ucranianos contra Rusia.

Evidentemente, en la Ucrania posterior al golpe de 2014 se reagrupó el nazifascismo con toda su sed de venganza y de revancha, tal como mostraban continuamente las demostraciones públicas de las bandas tanto en Kiev como en Odessa y otras ciudades, donde mostraban su odio y exterminio hacia todo lo que oliera a vivir en paz y convivencia con la vecina Rusia y con la población rusa que vive y trabaja en la propia Ucrania, diseminada por diferentes regiones del país.

Ahí están las verdaderas y más profundas raíces del conflicto, que las autoridades toleraron y permitieron crecer, -protegiendo y alentando en complicidad,-mientras que el imperialismo norteamericano también sacaba provecho en sus planes de cercar y desgastar a Rusia, impidiendo la vida en paz entre estos dos vecinos.

“Divide y vencerás”, es la vieja consigna de los imperios, que aún se mantiene. Este es un claro ejemplo.