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El Plan Cóndor sigue vigente

12 de julio de 2021

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Según los últimos trascendidos, recogidos por numerosas fuentes públicas y dados a la luz por gobiernos sudamericanos, la llamada Operación Cóndor o Plan Cóndor, elaborada por los servicios de inteligencia de Estados Unidos para la coordinación y ayuda mutua entre los servicios secretos de las dictaduras militares del Sur del continente –Chile, Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay– se mantiene en pie y reactiva sus criminales funciones cuando llega la ocasión propicia para favorecer los propósitos del imperialismo y las oligarquías locales asociadas.

Todo ha quedado develado mediante los documentos que certifican el envío de proyectiles, gases lacrimógenos y municiones para la represión y el asesinato del pueblo boliviano, víctimas del régimen de facto golpista, por parte del régimen de Mauricio Macri, de Argentina, y de Lenin Moreno, de Ecuador, ambos hermanos mellizos en el neoliberalismo, la corrupción y la entrega indigna de la soberanía y el honor de sus pueblos.

Macri y Moreno son vivos ejemplos de cuanto los países latinoamericanos tienen que repudiar y combatir para poder alcanzar realmente su emancipación o segunda independencia. Ellos no solo simbolizan sino que forman parte de la conjura continental –siempre guiada desde Washington– para impedir que Nuestra América deje de ser definitivamente el patio trasero del Imperio.

A estas alturas, hay quienes pretenden todavía escandalizarse ante esta realidad puesta al desnudo, muestra de un tráfico que va más allá de influencias y favores para concretarse en material y equipo para la represión, que antes era solo aportado directamente por Estados Unidos mediante los acuerdos bilaterales existentes y donde aparecen ahora implicados subsidiarios como Macri y Moreno, en este caso.

Para las fuerzas progresistas, los movimientos sociales, los medios de prensa independientes y las personas decentes en general que hoy luchan por la liberación y la justicia en América Latina y el Caribe, lo ocurrido es un claro ejemplo de la necesidad ineludible e inaplazable que tienen estas fuerzas de coordinar y articular sus esfuerzos y recursos para poder enfrentar, resistir y vencer la acción del Imperio y sus servidores, que sigue siendo evidentemente mancomunada y conjunta.

El Plan Cóndor no ha terminado. De otro modo, la mano criminal y corrupta de Macri y Moreno no se hubiera extendido hacia los golpistas para masacrar al pueblo de Bolivia.

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