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El “malevo” Macri

24 de noviembre de 2016

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Mauricio Macri celebró su primer año como Presidente de Argentina, con el anuncio de que habrá nuevos recortes sociales en el 2017 para “recuperar el equilibrio fiscal”.

Con Macri, la producción industrial cayó en 4,7% y se han eliminado las deudas de las empresas privadas encargadas de la electricidad y de otros sectores, con lo cual se hace imposible recuperar fondos para evitar tal desequilibrio.

Sin dudas, en apenas 12 meses, este mandatario dejó “chiquito” a su admirado Carlos Ménem, conocido tanto por la entrega de las riquezas del país a la oligarquía y monopolios extranjeros, como por sus andanzas extramatrimoniales y el amor a la publicidad.

Desde hace mucho, Argentina era vulgarmente conocida como el “país de la carne”, con alto poder adquisitivo de la población y muy baja población en situación desfavorable económicamente.

Pero con la llegada de Macri, empezaron los recortes y el desmontaje de la obra de los anteriores gobiernos kirchneristas, acompañados de una propaganda contra la ex presidenta Cristina Fernández, con el fin de empañar su imagen e inhabilitarla políticamente.

Así, despidió a 177 000 trabajadores, empezó a gobernar por decreto al principio y con la connivencia de legisladores que le habían sido opositores.

Ya ha ido logrando eliminar los subsidios al gas, la electricidad y al transporte, los impuestos a las ganancias y a las operaciones con cheques, y unificar el mercado cambiario para que todos los que tengan que vender o comprar divisas lo hagan en el único libre de cambio sin restricciones.

En este contexto, aumentó las siguientes tarifas: Electricidad residencial: 365.9%; electricidad no residencial: 588.4%; gas residencial: 194.4% gas no residencial: 595.4% (industria y comercio); transporte: 100%; agua: 220%, todo lo cual hace disminuir el poder adquisitivo de una moneda que se devalúa constantemente.

Obligó a acuerdos entre empresarios y trabajadores, en el que los primeros condicionan la estabilidad laboral a la negociación salarial, en tanto el Ministro de Economía negocia los aumentos en base a expectativas inflacionarias”.

Todo esto se traduce en que los empresarios no están dispuestos a dar aumentos sin “flexibilizar” el trabajo, o sea, precarización laboral y salarial.

O sea, una política irresponsable de entrega oficial que, combinada con la insuficiente producción nacional, puede llevar a la recesión y a un mayor sufrimiento para la mayoría del pueblo argentino.

Tan taimado como maldito, Macri solo ha sido sincero cuando confiesa que lo que está haciendo ahora fue mantenido en silencio durante su campaña electoral, de ahí que las continuadas manifestaciones en su contra muestran la indignación de trabajadores y jubilados, algunos de los cuales llegaron a votar por él, engañados por una propaganda mediática que prometía eliminar presuntos vicios del pasado.

Mientras pone en práctica una catastrófica política neoliberal, Mauricio Macri ha logrado la unidad de las cinco centrales argentinas contra su política y las constantes manifestaciones públicas en su contra, que en estos días tendrá una mayor expresión con la convocatoria por las Madres de la Plaza de Mayo a una marcha nacional.

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