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El imperialismo beisbolero

12 de octubre de 2013

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Sorpresivamente, muchos acaban de descubrir la existencia del imperialismo beisbolero y la forma en que se practica en el área del Caribe. Todo se halla relacionado, claro está, con el creciente fenómeno de la comercialización del deporte en sentido general -incluido el olímpico-, y la mercantilización de los deportistas en las más diversas disciplinas, que han pasado a convertirse en simples mercancías de compra- venta internacional.

Paradójicamente, mientras más destacado es el deportista, más se acentúa su carácter mercantil. A ello se une la progresiva pérdida de la identidad nacional de atletas y colectivos deportivos, como consecuencia de los constantes cambios de nacionalidades.

En el caso concreto que nos ocupa, ha sido la Confederación de Beisbol Profesional del área del Caribe -que agrupa a las ligas profesionales de República Dominicana, México, Venezuela y Puerto Rico-, la más reciente víctima de ese imperialismo beisbolero, mezclado con la comercialización del deporte más importante, de mayor tradición y arraigo en los países del área.

El conflicto, aparentemente económico o jurisdiccional, tiene en realidad fuertes connotaciones políticas y, a nuestro juicio, a su alrededor se mueven sutiles intereses en intenciones relacionadas tanto con Cuba como con Venezuela y el destacado papel que ambos países juegan en el conflicto.

La próxima edición 56 de la Serie del Caribe deberá jugarse en Isla Margarita, en el Estado Esparta de Venezuela, y a ella asistiría el equipo campeón de la serie nacional de Cuba (Villa Clara), lo que significaría el retroceso de la Mayor de las Antillas en ese evento beisbolero regional donde se enfrentan los campeones de la región.

De ese modo, se concretaría la invitación formulada a Cuba por parte de la Confederación del Caribe y ello significaría -sea o no se intención- un nuevo golpe al bloqueo múltiple que los gobiernos de Estados Unidos han tratado de imponer sobre la rebelde Cuba, recrudecido tras la Ley Helms-Burton (1996).

Son muchos los aficionados al beisbol que aun recuerdan que la Serie del Caribe nació en Cuba en 1949 y hasta 1960 los conjuntos cubanos (preferentemente el Almendares) tuvieron 12 participaciones en ella y la ganaron siete veces. La Serie del Caribe recesó entre los años 1961 y 1969.

En este caso, los directivos de las llamadas Grandes Ligas de Estados Unidos afirman que ya han solicitado a la OFAC (sección del Departamento del Tesoro yanqui que ejecuta las medidas del bloqueo contra Cuba) que aplique exención similar a los Clásicos Mundiales, en los que la isla ha participado. Mientras tanto, la citada MLB ya ha comunicado a los equipos beisboleros del Caribe que no se firmará esta vez al Acuerdo Invernal y, por tanto, los peloteros que son propiedad de equipos de Grandes Ligas no podrán jugar este año con equipos nacionales de sus respectivos países.

Considerando el tema de los refuerzos de Grandes Ligas como caso cerrado que le obliga a buscar urgentemente de otras fuentes para sus ligas invernales, la Confederación del Caribe ha dicho sentirse optimista respecto al regreso de Cuba a estas series, lo cual marcaría un notable resurgimiento de estos eventos.

Como para no olvidarlo: el beisbol caribeño sufre en carne propia la prepotencia imperial en un terreno no pensado, el beisbolero.

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