El gran desafío
2 de octubre de 2017
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Con tantas crisis que tienen lugar en el mundo actual, la lucha contra el terrorismo constituye el principal objetivo, y en este contexto desataca la labor de Rusia en unir voluntades, evitar la extensión de conflagraciones y llevar al diálogo a entes considerados virtualmente imposibles de sentar en la misma mesa de negociaciones.
Para llevare a cabo el gran desafío, Moscú interviene en el diferendo entre la República Popular Democrática de Corea y Estados Unidos, con el fin de desnuclearizar a la península coreana y evitar una conflagración que daría al traste con los diferentes intentos de lograr una paz que pasa necesariamente por aunar intereses en la lucha contra el terror.
Es difícil una encomienda cuando el mal ha tenido el apoyo del principal Estado terrorista del mundo, Estados Unidos, al que se trata de obligar a que no siga boicoteando la paz en Siria, con los bombardeos aéreos de la coalición que lidera contra la población civil, inconforme con una derrota allí.
Para ello Rusia mantiene difíciles conversaciones con Turquía, que durante tiempo ha intervenido para mal en Sira, y ahora juerga un papel más airoso, incluso con nexos con Irán, un aliado que ha contribuido a la permanencia del gobierno legítimo de Bashar al Assad.
De todas formas, y aunque moleste por su política criminal contra los pueblos, se trata de que Estados Unidos considere conversar con los factores que le son adversos para obligarlo a tener una necesaria política consecuente contra el terrorismo, sin utilizarlo para lo que cree su propio beneficio.
Así, EE.UU. ha impuesto por diversas razones sanciones a Rusia, principalmente por el conflicto de Ucrania, con lo cual busca reprimir geopolíticamente a Moscú, que ha declarado repetidamente que las fronteras no tienen importancia, sino el destino de las personas, aludiendo al deseo de los habitantes de la península de regresar a la Federación.
Por eso, la reunificación con Crimea, que castiga Occidente, es justa, como no lo son las sanciones que sí han afectado financieramente a Rusia, aunque no tanto como una anterior caída de los precios del petróleo.
Putin ha dicho que conversar con el presidente norteamericano, Donald Trump, se hace difícil, pero no solo por los exabruptos y diatribas del mandatario, sino porque confunde términos de todo tipo, como Austria por Australia.
De todas manieras para aunarse en la lucha contra el terrorismo, pese a diferencias, debe opacarse la crisis desatada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte y Estados Unidos en ser los únicos en subirse en el trono de Europa, y ahora hablar de problemas que no hubieran tenido lugar, si se actuaba honestamente.
Según Putin, esas ansias de triunfo absoluto se ven reflejadas en los planes estadounidenses de erigir el escudo antimisiles en territorio europeo, supuestamente para enfrentar una amenaza iraní, que se disipó con la firma de un acuerdo internacional al que EE.UU, se adhirió y ahora Trump lo hace retirar sin razón alguna como admiten sus socios, algunos de los cuales ya están cooperando intensamente con Teherán.
“Lo hemos hecho todo mal. No hemos logrado superar desde el principio la división de Europa. El Muro de Berlín cayó hace 26 años, pero los muros invisibles han sido desplazados haca el este de Europa, lo que ha llevado a malentendidos y acusaciones mutuas de las que han surgido todas estas crisis”, espetó.
El jefe del Kremlin apuntó que los miembros de la OTAN podrían haberse limitado a seguir sus propios intereses y renunciar a una expansión hacia el este, “pero hacía falta voluntad política. También Rusia cometió errores, como el de reaccionar tarde, pues si el país hubiera dejado claro desde el principio sus intereses nacionales, hoy aún existiría un equilibrio en el mundo”, añadió.
En este contexto, Rusia ha subrayado que debe existir un acuerdo que haga imposible el uso del arma nuclear, y en este sentido, pienso, se hace necesario el diálogo entre la RPDC y EE.UU., hacer que el Pentágono desista de seguir perturbando y asesinando en Siria, y labrar el camino para que la inexistente voluntad política sea tangible y se una en el gran desafío de unirse en la lucha contra el terrorismo.
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