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El fascismo de siempre

14 de agosto de 2018

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La independiente Kosovo y Albania han unido su política exterior y otros elemento de gobernabilidad para fortalecer sus aspiraciones de crear la denominada Gran Albania, todo un peligro para la región, que cuenta con el apoyo abierto de entes fascistas dentro de la Unidos Europea y oculto de Estados Unidos, que halla en esta cuestión un nuevo motivo de preocupación para Rusia.
La cuestión es que Kosovo se ha convertido prácticamente en una escuela para terroristas, con tres organizaciones preparadas en el combate militar, y quecuentan en estos momentos con unos 400 integrantes en el Ejército Islámico, que sale y entra en el norte de Siria, asesorados por especialistas norteamericanos y que pudieran estar detrás del reciente atentado este lunes que ocasionó la muerte a unos 40 civiles sirios.
Todo el menjurje contra la paz se desenvuelve también no solo en el plano militar, sino más ampliamente en el político,con propaganda por doquier para servir de acicate al ultranacionalismo, tal como se vio en el pasado Campeonato Mundial de Fútbol, cuando Suiza derrotó a Serbia, con goles de los nacionalizados suizos Xhaka, albanés, y Shaqiri, kosovar, quien al final exhibió una bandera de la Gran Albania.
La idea de la Gran Albania no es ninguna quimera, ya que apareció en el siglo XIX por los miembros de origen albanés de la masonería europea, que contaban con el apoyo del colonialismo. No es diferente del pangermanismo o el panturquismo. Consistía en la reunificación de todos los territorios donde la mayor parte de la población era de origen albanés, concentradas en varias regiones en el noreste de Macedonia, el sur de Montenegro y Serbia, partes de Kosovo y el norte de Grecia.
Unos 58 000 habitantes de Albania son de origen griego y cuentan con varios representantes en la Cámara de los Helenos, uno de ellos vinculado al partido neonazi Amanecer Dorado. Así, ha aparecido el Movimiento por la Independencia del Epiro del Norte, zona fronteriza entre los dos países de mayoría griega, donde ya han empezado las escaramuzas a tiros entre griegos y albaneses.

 

KOSOVO

 

Arrancado a la fuerza de Serbia por la agresión imperialista que desmembró a Yugoslavia, Kosovo ya formó parte en 1941 de Albania, que en aquel momento estaba bajo el protectorado de la Italia fascista.
Con uno u otro nombre, lo que la Unión Europea promociona en los Balcanes es exactamente eso: el fascismo de siempre, lo mismo que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
De ahí que no se nada extraño observar una foto de octubre de 1999 que muestra al general estadounidense y Comandante Supremo de la OTAN, Wesley Clark, saludando al jefe de la misión de la ONU en Kosovo, el francés Bernard Kouchner, y al criminal de guerra albanés Hashim Thaci, quien fue luego primer ministro de Kosovo, pese a la acusación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo de participar en redes de tráfico de órganos provenientes sobre todo de prisioneros serbios, uno de tantos negocios organizados por los mercenarios albano-kosovares.
Hoy en día ha resurgido con más fuerza esta idea de la Gran Albania, luego de haberse abandonado algo esta retórica por el deseo de muchos albaneses balcánicos de integrarse a la UE, pensando que es la solución para combatir los problemas del país: delincuencia, gobierno débil, y problemas sociales de base, así como para unir a las diferentes poblaciones albanesas bajo un marco de legalidad.
En el caso de Kosovo, al ser una región habitada mayormente por albaneses, el gobierno de Albania tiene muchos intereses en la cooperación regional con la zona, aunque no expresan intenciones de agregar el territorio a Albania, si no de convertirse en una región de cooperación muy cercana. La última de estas políticas en llevarse a cabo fue el anuncio por los jefes de gobierno de ambos países, el albanés Eda Rama y el kosovar Ramush Haradinaj, la unificación de las aduanas en el puerto de Durrës, así como otras representaciones diplomáticas y la unificación de los títulos universitarios para 2018. Ante ello, el primer ministro Rama expresó: “Estamos finalizando el proceso de unificación de aduanas en el puerto de Durres, que no es solo de Albania, sino también de los albaneses de Kosovo”.
Pero esto es lo que se maneja públicamente, porque las diversas organizaciones terroristas de ambas partes, principalmente las kosovares, son alentadas para proseguir sus planes ultranacionalistas.
De ahí que no fuera nada extraño que, ante estas ínfulas de extender las acciones terroristas, los principales dirigentes de Yugoslavia, Rusia y China se reunieron en Beijing para analizar la peligrosa cuestión.

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