El drama humanitario de los niños centroamericanos
28 de junio de 2014
|El Fondo de las Naciones Unidas (UNICEF) ha presentado su más reciente informe, donde recoge la precaria situación actual de la niñez en el mundo y expresa que “para cientos de millones de niños la Carta de los Derechos Humanos de Naciones Unidas sólo existe en el papel”.
Tal afirmación de la UNICEF viene acompañada de datos y cifras que arrojan sus estudios -generalmente serios y rigurosos-, acerca de la niñez y donde se afirma que 6.6 millones de niños que aun no han alcanzado edad escolar mueren cada año por enfermedades prevenibles y curables, mientras que 150 millones de niñas y 73 millones de jóvenes sufren violencia sexual en ese mismo plazo. Considera la organización que los niños más pobres son los mayormente excluidos de los avances sociales y médicos, no sólo en los países subdesarrollados.
En Europa, por ejemplo, entre 2000 y 2010, casi el 10% de los niños llegados allí como emigrantes han vivido desde entonces en constante pobreza.
Y hablando de niños emigrantes es imprescindible referirse al drama humanitario de los niños centroamericanos que tiene lugar en estos momentos en diversos puntos de la extensa frontera Estados Unidos-México, dentro del territorio estadounidense, como consecuencia de la masiva e incontrolada llegada de niños centroame4ricanos completamente solos -entregados a traficantes o “coyotes”-, procedentes en lo fundamental de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Según autoridades de Seguridad Interna de Estados Unidos esta cifra creció en 92% con relación al año pasado y, en definitiva los 52 000 menores actualmente en esa condición serán deportados a sus países de origen tras los trámites correspondientes, sin ningún derecho ni beneficio migratorio de ningún tipo.
Congresistas republicanos de oposición a la Administración Obama han aprovechado la oportunidad para atacar al gobierno de manera oportunista, alegando que ha puesto poco interés en la solución del problema. El presidente de la Cámara de Representantes John Bohener, amenaza con la creación de una comisión especial formada solo por legisladores republicanos “para supervisar la crisis humanitaria en la frontera”.
Sin embargo, ningunos de los dos partidos yanquis del sistema y mucho menos los grandes medios de comunicación que los sostienen se ha detenido ni atrevido a revelar el verdadero origen de la tragedia en desarrollo, como consecuencia de la desigualdad creciente, la extrema pobreza, el pandillerismo criminal y la delincuencia juvenil de que es víctima la mayor parte de la región centroamericana.
Si América Latina es considerada aun hoy la región más desigual del mundo, dentro de ella es Centroamérica la subregión que presenta la mayor desigualdad, el hambre y la miseria más extendidas.
El drama humanitario de los niños centroamericanos no terminará mientras no se enfrente allí el capitalismo salvaje y el modelo económico neoliberal que, en condiciones del subdesarrollo, le sirve de herramienta.
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