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El derecho de matar

4 de diciembre de 2018

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La muerte a manos de uniformados forma ya parte de una tradición en Argentina donde las víctimas siempre las pone el pueblo. Cierto que en ocasiones son delincuentes, aunque la mayoría son simplemente personas que fueron reprimidas por la policía en alguna manifestación.

En épocas no tan lejanas acompañaban a los asesinatos la desaparición dedetenidos y una represión brutal y generalizada. Fueron etapas donde las dictaduras militares impusieron “el orden” a sangre y fuego.

Ahora es diferente. Los argentinos están en plena democracia representativa, aunque mueren igual a manos de policías o militares. Mucho se discute en el país sobre el tema y, finalmente, el actual Gobierno decidió cuáles serán las reglas del juego.

Un despacho de prensa los primeros días de diciembre señala que la ministra de Bullrich defendió “el nuevo protocolo de uso de las armas de fuego para las fuerzas de seguridad que habilita a policías y demás agentes a disparar, hasta por la espalda y sin dar la voz de alto, cuando se considere que exista un “riesgo inminente”.

Dicho en lenguaje popular. Se autoriza a matar, tal y como se ve en un video difundido hace poco por las redes sociales donde un delincuente escapa de una tienda donde había intentado robar y un guardia aprovecha que tropieza y cae para dispararle y segundos después para rematarlo.

La Ministra defendió el uso de la fuerza y según ella, la decisión de disparar o no es del policía, para, según ella, poder defender a la gente.

“El 99 por ciento de la gente que muere por un arma de fuego en Argentina, muere a manos de un delincuente”, insistió la ministra sin justificar la cifra dada a la prensa.

Según ella, “hasta ayer los gendarmes tenían que esperar primero que le abrieran fuego. Usar su fuerza ´física, aplicar el judo y como última opción usar el arma. El reglamento era en contra de la protección del agente”.

Para Bullrich, esta nueva doctrina tuvo ya sus resultados positivos: “Estamos en el año con menos policías muertos. Con la doctrina anterior se despedía a dos agentes por mes en el cementerio aunque según la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), en 2017, hubo 258 víctimas de gatillo fácil.

Ivonne Kukoc, la madre del joven asesinado por el policía Luis Chocobar, criticó la nueva reglamentación y alertó; “Van a matar a los pibes pobres como a perros. Habilitaron la pena de muerte en la Argentina”.

Y para que no haya dudas, el policía asesino del joven fue recibido con honores por el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada a pesar de estar acusado por homicidio agravado, enviando un claro mensaje. La orden de matar ya está dada y no tendrá implicaciones jurídicas para los asesinos.

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