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EE.UU. y «nuestro vecindario»

16 de marzo de 2020

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En una versión moderna de «patio trasero», ahora Estados Unidos califica a América Latina como «nuestro vecindario» y por eso anunció el fortalecimiento de la presencia militar de Washington en la región, como medida para «tranquilizar a sus socios».

Las aseveraciones corresponden al jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller y tienen su fundamento en la firma de un convenio militar reciente con el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro.

Un día antes de la rúbrica, Jair fue huésped de Donald Trump, quien lo había recibido en su más emblemática propiedad, en Miami, Florida.

Del encuentro  entre ambos mandatarios en época de coronavirus, se ha hecho viral en la red que, uno de los ayudantes de Bolsonaro, su secretario de comunicación, Fábio Wajngarten, presente en la cita con Trump, dio positivo a análisis sobre contagio con el Covid-19.

Luego el propio gobernante de Brasil tuvo que someterse a examen, que inicialmente se dio a conocer era positivo y luego en una segunda prueba fue negativo.

Y, finalmente, a Trump se le realizó este chequeo y el sábado esperaba resultados.

Estas circunstancias, más mediáticas que otra cosa, tratan de correr una cortina ante un panorama más complicado, principalmente en Estados Unidos, donde se ha tenido que declarar estado de emergencia nacional.

Respecto al tema de este comentario —el incremento de la presencia militar estadounidense en América Latina—, el Jefe del Comando Sur ha anunciado que «habrá ese aumento más adelante este año; esto incluirá un mayor despliegue de barcos, aviones y fuerzas de seguridad».

Justificó la medida como para «tranquilizar» a los «socios de Washington y contrarrestar amenazas contra nuestro vecindario».

Se refirió, abierta y descaradamente, a países como Rusia, Cuba y China que «colaboran con Venezuela», mientras el gobierno de Estados Unidos al que llamó «la democracia», busca una economía «libre y próspera» para Caracas.

El acuerdo entre el Comandado Sur y Brasil implica la compra de armas a la industria militar estadounidense, negocio vital para sustentar el Complejo Militar Industrial, base económica de ese país.

De igual forma, es evidente que el imperio yanqui, usando el Comando Sur como avanzada, prepara nuevas acciones contra Venezuela —incluyendo la militar—, e involucrando a naciones vecinas como Brasil y Colombia, que le servirían de punta de lanza para participar en un posible conflicto de impredecibles consecuencias para la región y el mundo.

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