EE.UU. se aferra a la bomba atómica

30 de noviembre de 2015

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Gustavo Robreño

 

La información fue suministrada por la propia Administración Nacional de Seguridad Nuclear de Estados Unidos: ese país efectuó el 20 de octubre pasado, en el polígono de Tonopah, Nevada, la tercera prueba de una nueva bomba atómica (la B62-12) que fue lanzada por un cazabombardero F-15E.

Según la Agencia, aunque el artefacto no contenía carga nuclear llevaba los componentes representativos nucleares, no teniendo en esos momentos ni uranio ni plutonio enriquecido, acorde con lo expresado por la mencionada entidad del gobierno estadounidense.

Añadió que este fue el último ensayo de ese tipo de bomba –diseñada con la cooperación de la empresa aeroespacial Boeing– después de comprobar “un rendimiento exitoso en condiciones realistas de vuelo guiado”. La primera prueba de esta bomba se efectuó el 1ro. de julio de este año y, desde esa fecha, Rusia la señaló como una abierta provocación que pone de manifiesto la falsedad e hipocresía de las declaraciones de las autoridades imperiales cuando reiteran estar a favor de la no proliferación, del desarme nuclear completo y de la paz en general.

Todo eso es altamente preocupante cuando se trata de Estados Unidos, el único país que ha hecho uso dos veces del arma nuclear, contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, y donde permanecen influyentes, activos y en posiciones dominantes de esa sociedad elementos que aún abogan por la amenaza o el uso de la fuerza nuclear en caso de conflicto, como se hizo evidente durante las guerras de Corea y Viet Nam, donde tales amenazas estuvieron siempre presentes por parte del agresor yanqui.

Según datos oficiales, Washington se encuentra a la cabeza de la lista de las naciones que hasta hoy han efectuado ensayos nucleares de distinto tipo, que llegarían en Estados Unidos a la cifra de 1032 y no han cesado en ningún momento.

Más significativo e indignante es que mientras continuaban sin cesar sus programas de desarrollo del armamento nuclear en las distintas variedades –que nunca han cesado desde la Segunda Guerra Mundial a mediados del pasado siglo, cuando ejercieron un efímero monopolio– Estados Unidos vociferaban, escandalizaban y denunciaban a la República Islámica de Irán por llevar a cabo un programa para el uso pacífico de la energía nuclear, como finalmente se comprobó por parte del Grupo de países 5 + 1 y la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA)

La utilización del sensible tema nuclear, que tanto ensombrece el futuro de la humanidad, ha sido una constante por parte de los diferentes gobiernos estadounidenses desde que se inició la llamada “era nuclear” y ha sido permanentemente en defensa de los intereses geopolíticos y económicos del Imperio, caracterizado por su habitual doble juego o doble discurso.

Una vez más, es el propio ladrón quién grita engañosamente; “al ladrón, al ladrón…”