ribbon

Dinero, para comprar la vergüenza

24 de junio de 2014

|

Muchos recordarán aquel lema de “Vergüenza contra dinero”, esgrimida por el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) para oponerse en la seudorrepública a todo tipo de lacras. Pero Occidente hizo funcionar el contenido de la frase al revés en el reciente complot contra Ucrania, así como ya lo ha hecho en  disímiles regiones del mundo.
El dinero es su arma favorita, porque le ha más útil que los no abandonados atentados terroristas, intervenciones militares directas para derrocar gobiernos antiamericanos y la infiltración de mercenarios en Siria y Chechenia.
Tampoco ha abandonado el sistema del denominado “Muro de la Vergüenza” que con todo tipo de medios, principalmente el propagandístico, trata de levantar alrededor de la Federación Rusa, luego de haber permitido o propugnado el que erigió en la frontera con México, así como entre Israel y Palestina, Ceuta y Melilla y el norte de África.
Para el muro antirruso, ha requerido de estados vasallos que le permitan  instalar sus escudos antimisiles en toda la órbita ex soviética, complementados con  agentes de la inteligencia que se mueven en el interior de Rusia, la India, China y en el resto de los países asiáticos.
En este contexto tiene un papel primordial la USAID, una de las pantallas “humanitarias” de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La “ayuda” que facilita esta organización sirve para promover el expansionismo económico y luego el militar. Es una suerte de cabeza de puente menos invasiva que la intervención armada directa propiamente dicha.
La CIA es quien maneja los hilos de la USAID, al igual que la Fundación Nacional para la Democracia (NED), descargando en esta agencia proyectos no militares para desestabilizar a aquellos gobiernos que son “hostiles” al Imperio, ayudando económicamente a instituciones o partidos políticos próximos a Washington, o bien penetrando ideológicamente en países de gobiernos que ya son amigos.
De este modo, organizaciones políticas antigubernamentales de Bielorrusia y Ucrania han recibido miles de millones de dólares en los últimos años de las agencias paralelas de la CIA, para estas operaciones de desestabilización, propaganda y derrocamiento de líderes políticos mediante golpes de Estado “blandos”.
EL TIRO POR LA CULATA
Así, decenas de miles de manifestantes que reclamaban la adhesión a la Unión Europea fueron manejados durante meses contra el gobierno que encabezaba Viktor Yanukovich, acción que fue capitalizada en su momentos por grupos neonazis, luego que Occidente propició el incumplimiento de un acuerdo que propiciara un final político y pacífico a los reclamos de la población.
En esto tuvo que ver el dinero aportado por Petró Poroshenko, un magnate multimillonario que ha sido electo recientemente en elecciones matizadas por la gran abstención, debido a la sola participación en Kiev y el oeste del país.
La represión dejada en manos principalmente de entes abiertamente fascistas, hizo que en el este del país surgiera la fuerte oposición de la población mayoritariamente rusoparlante, en un hecho que llevó a la adhesión de Crimea a la Federación Rusa y la acción independentista en  regiones fronterizas.
La criminal represión en Odessa, los ataques de la aviación y artillería reactiva contra los grupos independentistas y la población civil han dejado un elevado saldo de muerte y destrucción, sin que se vislumbre el fin del conflicto
Lo cierto es que además de que Crimea volviera a reeditar sus lazos históricos con Rusia, una parte de la población que detesta al capitalismo y los vínculos vasallos a Occidente y la Unión Europea, prefirieron desmarcarse de Kiev y solicitar protección a Rusia, que ha sido entre otras cosas, su socio comercial número uno.
Asimismo, es el proveedor de gas y otras energías con las que funciona el país, así como donde se encuentran miles de ucranianos que trabajan para mantener a sus familias.
Por el contrario, la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y la Casa Blanca aportarán decenas de millones de dólares al gobierno de Poroshenkocho, a cambio de que entregue la soberanía nacional e introduzca ajustes económicos como los que sufren los países del sur de Europa, Portugal, Grecia, España e Irlanda.
La ecuanimidad del presidente Vladimir Putin para evitar una conflagración, ha sido malinterpretada por Europa y Estados Unidos, que intensifican las sanciones a Moscú, mientras envían a sus agentes militares, al director de la CIA y al Vicepresidente de Estados Unidos a organizar mejor la ofensiva contra la Federación Rusa.
El importantísimo y reciente acuerdo firmado con China ayuda sobremanera a la principal república de una nación que fue vanguardia en la derrota al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, que está siendo atacada, cercada, con organizaciones militares rodeando sus fronteras, mientras  trata de impedir las graves consecuencias de incursiones criminales en Estados soberanos.

Comentarios