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Derechos humanos (IV)

2 de mayo de 2013

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Cuba no solo alfabetizó a más de un millón de sus hijos cuando, en 1959, la Revolución triunfante conquistó la victoria. Luego de aprender a leer y escribir la batalla fue por el 6to grado y más tarde se universalizó a todos los niveles de educación.
Ya consolidada esa rica experiencia, pedagogos cubanos inventaron un método para enseñar a leer y escribir a iletrados de otros países, con otros idiomas y hasta con dialectos diferentes.
Es decir, nuestro país conquistó ese fundamental derecho de que todos sus  habitantes tengan pleno acceso a las aulas y actuó, como siempre, solidario para compartir igual derecho con pueblos de todo el planeta.
Así nació “Yo, si puedo”, un método reconocido por la UNESCO y otros organismos internacionales por su eficiencia y calidad, y luego “Yo, si puedo seguir”, para dar continuidad a una obra tan humana.
Hasta el cierre de noviembre de 2012, el total de graduados del programa “Yo, sí puedo” es de 6 950 693 y del programa “Yo, sí puedo seguir”, de 975 837 personas.
La propia UNESCO reconoce a Cuba con un desarrollo educacional alto, y la ubica en el lugar 14 en el mundo en su Índice de Desarrollo de la Educación para Todos (IDE).
En Educación de Adultos, por ejemplo, se ha continuado satisfaciendo la demanda de superación a la población que aún no ha logrado el nivel elemental o medio básico.
Y como universal es el derecho a recibir educación de calidad y gratuita como lo establecen las leyes cubanas, a quienes han delinquido y se encuentran internos se les garantiza igual prerrogativa.
En la actualidad hay 27 095 internos que se encuentran incorporados al estudio en los diferentes niveles de enseñanza, muchos de los cuales se capacitan además en algún oficio, ya sea mediante cursos o a pie de obra.
En un reciente informe se conoció que en los centros de trabajo y estudio para privados de libertad, instalaciones abiertas que promueven la cultura integral, 3 244 internos se incorporaron a la instrucción escolar, 2 956 fueron capacitados en oficios y 6 031 se incorporaron al trabajo en el último año.
Otro derecho garantizado en el país es que ningún ciudadano quede abandonado ante las devastaciones provocadas por huracanes. Al respecto se reconoce que de las 101 526 viviendas construidas  entre los años 2009 y 2011, el 33% se ha destinado a la recuperación de las destruidas totalmente por esos eventos naturales.
Como expresión plena de la solidaridad cubana la  “Operación Milagro” para devolver la visión a miles de ciudadanos del mundo, que comenzó en el 2004, ha permitido que hasta enero de 2012 se hayan realizado 2 261 987 intervenciones quirúrgicas. Se han beneficiado de este Programa 34 países de América Latina, el Caribe y África. Para su continuidad, se han creado 47 centros oftalmológicos en el exterior con 59 instalaciones quirúrgicas, donde trabajan 525 colaboradores en 16 países.
En igual sentido se destaca el hecho de que nuestra nación haya creado un Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias (Brigada Henry Reeve), del cual ya han formado parte 5 490 colaboradores cubanos que han brindado asistencia médica a más de 3 millones de damnificados.
Este Contingente ha realizado más de 33 800 intervenciones quirúrgicas y ha contribuido a salvar 468 000 vidas.
Otro hecho sin precedente: en Haití han trabajado 3 774 colaboradores de la Isla. La asistencia brindada a esa nación del Caribe afectada por un  terremoto ha logrado a preservar  un total de 74 530 vidas.
Además, Cuba ha priorizado la formación de recursos humanos en la esfera médica y solo en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) se habían graduado 9 960 médicos de 58 países en el período 2005–2011.
En la actualidad la formación de profesionales de la salud de otros estados en Cuba, alcanza una matrícula de 21 217 estudiantes de 122 naciones en las especialidades de Medicina, Psicología, Tecnología de la Salud, Enfermería, Estomatología, y cursos de  postgrado.
Adicionalmente, más de 200 profesores cubanos se encuentran insertados en Escuelas de Medicina de 7 países.
Son estos datos, partes del Informe que ha presentado Cuba ante el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra, donde se revisan obligaciones y compromisos en esa materia, de todos los países miembros.
Ojalá y el mundo pueda saber, sin manipulación, el verdadero comportamiento del tema de los derechos humanos en Cuba, y las expresiones de solidaridad de nuestro país que salvan miles de vidas y enseñan a leer y escribir a millones de seres  humanos en decenas de naciones de todo el planeta.
Estos ejemplos aparecidos en el Informe cubano y resumidos en este comentario, forman parte de la cotidianidad de un pueblo que hace mucho tiempo conquistó su mayor derecho: el de ser libre e independiente.

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