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De regreso a la trinchera…

14 de septiembre de 2020

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Leí con detenimiento un artículo del diario digital “La República”, de Uruguay, que, coincidiendo con el día de la independencia de Brasil, el pasado 7 de septiembre, se refiere a dos maneras de recibir la efemérides: una con la mirada del líder obrero y ex presidente, Luis Inacio Lula da Silva y otra con la irreverencia de un personaje como el actual mandatario, Jair Bolsonaro.
El mensaje de Lula, citado por la publicación, “fue solemnemente ignorado por los conglomerados de la televisión”, es decir por los monopolios mediáticos brasileños.
En tal caso, el líder obrero acudió a las redes sociales, desde donde fue acompañado por más de 550 000 personas, que lo vieron en directo, escucharon cada una de sus palabras y hasta pudieron recordar los tiempos en que Lula encabezaba una dura batalla, primero como líder sindical y luego al frente del Partido de los Trabajadores, hasta que fue elegido presidente con el mayoritario voto popular y creó una obra social que en las actuales circunstancias de un país dominado por el neoliberalismo y el entreguismo, ha sufrido un verdadero colapso.
En su mensaje por la significativa fecha, Lula se mostró crítico con el actual gobernante y la manera de dirigir al país, especialmente la desastrosa situación de una gran nación azotada por la pandemia de la Covid-19, mientras Bolsonaro exhibe su irresponsable actuar, lo mismo recomendando medicamentos no probados o dañinos, que subestimando la propia enfermedad, lo que ha conducido al Brasil a encabezar tanto las cifras letales como las de contagio, solo superado por Estados Unidos.
Lula recordó que la aplastante mayoría de los fallecidos por la pandemia, son personas vulnerables, pobres, negros, abandonadas por un Estado al que no les interesan.
Puso el ejemplo de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, donde un 60% de los muertos por la Covid-19 son negros y mulatos de la periferia, “se pudieron haber evitado esas muertes”, enfatizó.
Para el diario La República, Lula ha vuelto al combate, luego de una pausa, tras haber sufrido una injusta cárcel por 580 días.
El Día de la Independencia de Brasil, tuvo otra cara de la moneda, el mensaje del ultraderechista presidente Bolsonaro, que solo dedicó tres minutos a tan importante efemérides, en los que, según la fuente citada, “ ha sido el tiempo suficiente para que, con la dificultad habitual, el desequilibrado leyese un texto escrito por otro u otros. Un texto patético, plagado de mentiras, interpretaciones increíbles de lo que efectivamente ocurrió, manipulaciones burdas de hechos y datos, defensa de la dictadura que duró de 1964 a 1985 con un sinfín de atrocidades, o sea, un retrato nítido del aprendiz de genocida que preside a este pobre país”.
“Ninguna mísera palabra dedicada a los casi 127 000 muertos por la pandemia del coronavirus. Ninguna. Ese es el tamaño de la humanidad y de la solidaridad del primate que ocupa el sillón presidencial”, concluye el citado artículo.

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