ribbon

De los crímenes de USA

14 de abril de 2022

|

 

Con la destitución del primer ministro de Paquistán, Imran Khan, Estrados Unidos ha demostrado una vez más que puede acabar con dirigentes y gobiernos que no le interesan, porque no cumplen sus órdenes al pie de la letra.

Nada nuevo sobre el firmamento, porque más de una cincuentena de gobiernos en todo el mundo han sufrido las defenestraciones del imperialismo nr5teamercano, esta vez con la presión al parlamento iraquí que, además de colocar a un premier corrupto, hizo que la medida provocara la renuncia de todos los legislares que apoyan a Khan.

Acerca de subrayar lo anterior, el ex funcionario del Departamento de Estado, William Blum, agregó que además de derrocarlos, implanta en esos países todo un sistema de torturas contra quienes se le opone, refiriéndose principalmente a países del Cercano y Medio Oriente.

Ejemplo de ello fue Afganistán, donde tuvo que retirarse, tras 20 años de invasión, guerra y ocupación, además de congelar ahora las finanzas de un gobernó que, con virtudes y defectos, trata de estabilizar a la nación y luchar contra una hambruna generalizada.

Una situación similar ocurrió en Iraq, donde dominaba un gobierno laico antes de la agresión del país norteamericano y sus aliados a dicho territorio.

Libia, que era el país más rico de África del Norte, sufrió también el negativo impacto de la política de la Casa Blanca. Desde la intervención militar extranjera y el posterior derrocamiento de Khadaffi, se encuentra en una situación política caótica, con dos gobiernos y dos parlamentos que compiten por el poder.

Ahora se habla, se menciona y se distorsiona por los medios de prensa occidentales, la situación en Ucrania, que se encuentra bajo un operativo militar ruso para prevenir un ataque a su territorio y ante la aproximación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte a sus fronteras.

Pero ya hace ocho años, Estados Unidos empleó más de 5 000 millones de dólares para organizar, entrenar y armar a fuerzas de asalto neonazis y comprar todo tipo de voluntades para derrocar al gobierno legítimo. A resultas de ello, y antes de la entrada directa de Rusia, la acción emprendida por Washington provocó más 14 000 muertos en las zonas del este cuyos habitantes no aceptaron a un régimen golpista controlado por la ultrarreacción que persiguió y asesinó a la población de origen ruso.

En Siria, aun prosiguen los estertores estadounidenses, ante una conspiración y guerra que duró 12 años, mientras controla zonas petroleras y amenazantes grupos terroristas, algunos de los cuales los trasladó a Afganistán para interferir en la gobernanza del Talibán y otros fueron enviados a Ucrania para provocar ataques biológicos en los que echarán la culpa a Moscú.

 

DESINFORMACIÓN, COMO SIEMPRE

Todo ello amparado por una desinformación absoluta, provocando una rusofobia sin precedentes, mientras sigue enfilando sus cañones contra el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Herbola), el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) y los kurdos, y no la lucha contra los takfiríes que integran el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) o Estado Islámico.

George W. Bush, presidente de EE.UU. entre el 2001 y el 2009, ha sido acusado de crímenes de guerra por haber ordenado las invasiones de Iraq y Afganistán bajo falsos pretextos, pero, de una manera u otra, los sucesivos mandatarios (sin hablar de los anteriores) pueden ser cobijados al respecto, como el actual Joe Biden en la situación acerca de Ucrania.

En el caso de la espuria destitución por el Parlamento del premier Imran Khan, es muy evidente que EE.UU. busca cambiar la postura estratégica de esa nación respecto al conflicto en Ucrania y, en ese sentido, la portavoz del Ministerio de Asuntos de Exteriores de Rusia, María Zajárova, aseveró que “no había duda de que Estados Unidos castigaría a Imran Khan por no obedecerlo”, y calificó el hecho como un acto vergonzoso.

Pero para los halcones del Pentágono nada es más justo que destituir a un primer ministro que había declarado públicamente que Estados Unidos nunca sería autorizado a utilizar una base militar en el suelo de Paquistán, tras su salida de Afganistán.

Además, pese a presiones occidentales y amenazas de la oposición tarifada, realizó un viaje a Rusia, donde se reunió con el presidente Vladimir Putin, lo cual fue la tapa al pomo para las preocupaciones del Imperio, que nunca permitirá que una persona semejante, contraria a sus intereses, se mantuviera al frente de una nación a la que, antes de la asunción de Khan, ya había esquilmado y chantajeado en todos los sentidos.

Comentarios