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De lo falso y real

6 de mayo de 2016

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La campaña antichina exacerbada en los últimos tiempos en Estados Unidos tuvo entre sus principales gestores a los frustrados candidatos presidenciales por el Partido Republicano Ted Cruz y Ron Paul, quienes trataron de alarmar con un supuesto ataque de Beijing contra el dólar norteamericano.
Así lo quiso dar a entender Cruz acerca de la fuerte compra china de oro, a fin de fortalecer al yuan, en tanto Paul urgió a la adquisición de toda la plata posible ante el presunto colapso económico anunciado por algunos expertos para el verano de este 2016.
Cierto que China fortalece y maniobra con flexibilidad su moneda, establece cada vez más transacciones comerciales en las que no se utiliza al dólar y lleva a cabo una política que enfrenta la crisis económica mundial sin afectar la calidad de vida de su población.
Pero de ahí a tratar de que se desmorone el dólar hay un gran trecho, empezando porque la mitad de sus reservas de divisas, la primera en el planeta, con más de 3 400 millones de millones de dólares (3,4 billones), está precisamente basada en la moneda norteamericana, además de poseer bonos del Tesoro estadounidense.
Otra cosa es la posibilidad de una bancarrota gubernamental norteamericana, basada en una deuda actual de 18 trillones, que seguirá creciendo este año hasta los 20 y que nadie se molesta en pagar, aunque los monopolios estadounidenses y las firmas que integran los denominados fondos buitres si tratan de hacerlo con otras naciones en mora.
La influencia de la moneda china nace de una dinámica económica distinta. En junio del 2011 China tenía el 11,4% del comercio mundial, pero solamente el 0,24% de los pagos eran efectuados en su moneda. Pero ya a principios del 2015 subió a 9,43%.
A pesar de la oposición del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el yuan se convertirá en el nuevo miembro
de la canasta de divisas del Fondo Monetario Internacional, la tercera con mayor peso, con un 10,92% del total, por encima del yen japonés (8,33%) y la libra esterlina inglesa (8,09%), si bien aún se encuentra por detrás del dólar (41,7%) y el euro
(30,93%). Esta decisión entrará en vigor el 1ro. de octubre venidero.
Ya hoy el yuan es la segunda moneda más utilizada para el financiamiento comercial, y la cuarta más solicitada para realizar pagos transfronterizos, según informaciones de la
Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés).
En marzo pasado, China había anunciado que estaba preparando su propio sistema de pagos para transacciones en yuanes, bautizado CIPS, herramienta que podrá competir con SWIFT en todas sus funciones. (El Banco Central de Rusia también propuso crear un sistema de pagos parecido, para dar cobertura a todos los países del BRICS, integrado por ambas naciones con Brasil, la India y Sudáfrica).
O sea, a pesar de los temores internacionales que rodean el actual proceso de desaceleración de la economía china,
esta seguirá probablemente marcando el paso en la global, ya que cuenta con oportunidades de inversión y recursos
internos suficientes para salir al paso a las fluctuaciones en los mercados financieros
En alusión a la transformación del modelo económico chino, la acuciosa y notable investigadora cubana Gladys Hernández, autora de varios libros, destacó en una reciente Mesa Redonda la búsqueda de la eficiencia energética, la prioridad que se le ha dado a las reformas relacionadas con la energía renovable, el cierre de empresas contaminantes y el traslado de empresas industriales de las regiones más pobladas a zonas adyacentes.
“Esto puede parecer que afecte a China de inmediato, pero tiene un futuro promisorio en la medida en que se transforme este modelo en uno más sostenible”, consideró, para indicar después el papel que puede llegar a jugar el consumo como una importante señal de transformación en la estructura económica de ese país.
“Se trata de incrementar el poder adquisitivo de los nacionales en función de una nueva estructura para el consumo. Se ha observado un aumento considerable de los salarios en muchos de los sectores”, puntualizó.

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