ribbon

De lo dicho a lo hecho

19 de abril de 2014

|

Parece insólito pero es real. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy ha declarado que “fuera de España nos miran como ejemplo de cómo salir de la crisis”.
Cuando observamos las movilizaciones de protestas cotidianas de trabajadores de los más variados sectores que se enfrentan a la cruda —y verdadera crisis— nos percatamos de cuán lejos está el discurso del jefe del gobierno, sobre la realidad de un país que si algún ejemplo expone hacia el exterior es el de desastre económico y social.
Hay datos aparecidos en un artículo de Rebelión que no admiten otra lectura. Por ejemplo, el PIB en 2013 era de 23 330 millones de euros, más bajo que el del 2011 cuando Rajoy tomó el poder.
De igual forma, el consumo en los hogares en 2013 fue 23 430 millones de euros más bajo que en 2011 y la renta disponible bruta española de 2013 fue 773 millones menor que la de 2011.
Contrariamente, la deuda pública a finales del pasado año fue 224 221 millones de euros superior a la del 2011.
La precaria situación social que vive España se puede resumir en el dato de que en el cuarto trimestre de 2013 en el país había 1.022.300 de desempleados más que en el cuarto trimestre de 2011. Es decir que el desempleo ha seguido creciendo.
En este indicador negativo se destacan dos hechos: el pasado año había   355 900 mujeres desempleadas más que en el 2011; y 210 800 jóvenes de entre 16 y 24 años parados más que el año precedente.
Vale señalar que el volumen de población empleada en grandes empresas se ha reducido un 9% en 2013.
En el cuarto trimestre de 2013 el número de mujeres con título de doctoras que estaban subempleadas se había multiplicado por cuatro respecto al cuarto trimestre de 2011. Y había 155 400 personas con titulación superior o de doctorado, subempleadas más que en el cuarto trimestre de 2011.
A manera de resumen se puede decir que la tasa de paro en 2013 fue del 26,4% frente al 21,6 en 2011, y en 2013 había 622 700 personas paradas más que en el cuarto trimestre de 2011; mientras que casi un millón más llevaban más de dos años buscando trabajo.
Mientras esta crítica situación agobia a la inmensa mayoría de los españoles —los no ricos— el gobierno se da el lujo de reforzar sus gastos militares, no por inseguridad del país ibérico ante un ataque foráneo, sino como parte de la estrategia gubernamental de alianza militar con Estados Unidos y la OTAN.
En este contexto, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, anunció la autorización de importantes despliegues y desplazamientos de fuerzas estadounidenses en bases españolas, porque —según él— “aportan seguridad a EE.UU, a España y a Europa”.
El propio titular español se atrevió a calificar el gasto militar como “otro gasto social”.
Por ejemplo, para el presente año 2014 las cifras presupuestadas por el Ministerio de Defensa se elevan hasta los 5.745.769 euros, presupuesto que se queda corto, pues habrá que sumar a ella lo que se destina para organismos autónomos del Minis¬terio de Defensa, el Centro Nacional de Inteligencia, clases pasivas militares (pensiones de los funcionarios militares), lo que se destina a la OTAN, Guardia Civil y otras categorías que hacen ascender la cantidad final tres veces más, hasta los 16.526 millones para el presente año.
Señalan los reportes de prensa que no puede olvidarse que éste es el Ministerio que ha experimentado uno de los recortes menos abultados: en 2012, sufrió un corte del 8,8% con respecto al anterior. En cambio, aquellos ministerios en los que se sustenta el Estado de Bienestar sufrieron un recorte mucho mayor: Sanidad y Servicios Sociales disminuyó un 13,7%; Educación y Cultura, un 21,2%.
El Estado español gasta, además, 791 millones de euros en operaciones militares en el exterior, los créditos para investigación y de¬sarrollo para nuevos armamentos, la venta de armas a países en conflicto… y a pagar la deuda española de 32.000 con la industria armamentística, acumulada desde los tiempos de José María Aznar.
¿Cómo creer entonces en el discurso de Mariano Rajoy, según el cual España es tomada como ejemplo de cómo se sale de la crisis?
De ahí la distancia abismal entre el discurso y la verdad. Entre lo dicho y lo hecho…

Comentarios