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Cuba y Haití: colaboración sin asimetrías

22 de mayo de 2013

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Cuba y Haití están decididos a llevar adelante una relación que puede resultar paradigma de nuevo arquetipo, en un mundo donde los centros hegemónicos de poder imponen donde imperan las asimetrías.
La reciente visita a La Habana del primer ministro haitiano, Laurent Salvador Lamothe, reafirma la marcha de una relación bilateral que privilegia la cooperación por encima de asimetrías e intereses de mercado.
No se trata de tú me das, o no te doy; me tienes que dar más de lo que yo doy: o te exijo esto a cambio de mi “ayuda”, según han tratado a la empobrecida nación caribeña potencias occidentales e incluso la ex metrópoli.
La que fue la primera república libre de nuestro continente, precisa de un nuevo tipo de intercambio, que Cuba práctica hacia el país hermano.
El nivel de los vínculos cubano-haitianos va desde las visitas de alto rango a nivel gubernamental, hasta las que se establecen entre pueblos unidos por la geografía, la historia, la cultura e incluso el enfrentamiento a desastres naturales.

No extraña entonces que en reunión sostenida entre Lamothe y  Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, se acordara la ampliación de la cooperación, que abarca áreas como la salud, educación, cultura, industria azucarera, sideromecánica, veterinaria, pesca y otras.
Hace unas pocas semanas el presidente haitiano, Michel Martelly, recibía a Díaz-Canel en Puerto Príncipe, donde sesionó la V Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).

En la ocasión, el jefe de Estado calificó de “incondicional” la contribución de la mayor de las Antillas, que se ha puesto a prueba en más de una coyuntura y sostenido en los lustros.
Especialistas de la salud cubanos prestan servicios como consultas médicas, fisioterapia y rehabilitación, laboratorio clínico, rayos X y ultrasonido, entre otras especialidades.

También la población haitiana se beneficia de la Operación Milagro, que ha devuelto la visión a miles de personas en Latinoamérica y el Caribe.

La colaboración sanitaria de Cuba se inició en 1998. Desde entonces 11 mil 327 colaboradores se desempeñaron en la geografía haitiana, en particular donde fueron más necesarios.

El terremoto que azotó a Haití en enero de 2010 marcó otro hito en las relaciones bilaterales. La brigada médica cubana se desplegó de forma inmediata en auxilio de las víctimas. Lo mismo ocurrió para enfrentar y detener la epidemia de cólera en aquella nación.

El terremoto decidió la intervención de Cuba y los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), sobre todo para la reconstrucción del sistema de salud haitiano.

Tales esfuerzos han redundado en la ampliación de la cobertura sanitaria, así como en la diversificación de los servicios, en particular dirigidos a los más necesitados.
Es por ello que durante la visita de Lamothe a La Habana se decidiera la colaboración cubana para la instalación de farmacias populares en Haití.

La educación es otro terreno de cooperación entre ambos países. Desde 1961 en el archipiélago cubano se han graduado mil 236 haitianos.

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