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Corruptela a lo PP

1 de mayo de 2017

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Asombra como puede soportar un partido político tanta corruptela que lo envuelve y sepulta, y sale airoso con ese salvavidas de la impunidad o culpas mesuradas bajo la mesa –esas que parecen cumplirse, pero no lo es–, y que todo trate de resolverse con golpes en el pecho de mea culpa y vanas promesas de que no volverá a pasar.

Así, el Partido Popular se hunde una y otra vez y vuelve a surgir a flote, porque no hay una fuerza política en España que lo trate de mantener bajo el agua, como merecen algunos principales caraduras que han dirigido la organización y hoy están manchados por una corrupción que no pueden lavar.

Algo parecido sucedió hace 17 años en Alemania, cuando otro partido de derecha, Unión Demócrata Cristian se financió irregularmente, recibiendo dinero de donde no debía. Tras conocerse el hecho, su presidente de honor Helmut Kohl dimitió, siguiendo el consejo de la hoy casi eterna canciller Angela Merkel

En un artículo en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, Merkel dijo que no quería que el presente del partido se viera contaminado por su pasado, y podía abrir una nueva etapa, que la generación de los dirigentes históricos no perjudicara al futuro de quienes debían reemplazarlo.

Sin dudas sería lo más correcto que pudiera hacer el PP, pero sus dirigentes son incapaces de mantener el principio de asunción de la responsabilidad política, porque si no se ejemplifica desde el más alto nivel, no se va a realizar en los inferiores.

Cierto, la cuestión es que no haya corrupción a nivel alguno, pero ello parece llevarlo en la sangre la dirigencia de un ente político que gobierna y desgobierna a España a su manera, y que vuelve a las andadas después que el socialdemócrata Partido Socialista Obrero de España y la agrupación de derecha Ciudadanos lo respaldaran para que reasumiera la gobernanza, con el propósito de cerrarle el paso al progresista binomio de Podemos e Izquierda Unida.

El problema de la responsabilidad no asumida es que persigue sistemáticamente a la entidad a lo largo de toda su vida política, pero es difícil pedirle esto al PP, porque carece de tal cultura y sistemas de control internos realmente operativos.

Por no tenerla, o no quererla, es que se han producido casos que han salido a la luz, y nadie duda que haya muchos más ocultos, valiéndose de la complicidad oficial.

Veamos algunos de estos escándalos que afectan a miembros del partido:

Caso Bárcenas: Investiga una trama de pagos fraudulentos que afectaría a la inmensa mayoría de los tesoreros de la historia del PP y a José Manuel Romay Beccaria.

Caso Gurtel: Obtenía contratos públicos a cambio de dádivas y pagos. El PP está investigado como partícipe a título lucrativo.

Caso Púnica: Francisco Granados está en prisión por esta red que obtenía adjudicaciones a cambio de regalos y dinero.

Caso Lezo: Ignacio González, expresidente de Madrid, está investigado por su gestión del Canal de Isabel II.

Caso Auditorio: El expresidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, está siendo investigado por esta causa referente a la construcción del auditorio de Puerto Lumbreras, cuando era el alcalde de la localidad.

Caso Palma Arena: Jaume Matas, exministro de Medio Ambiente y expresidente de las Islas Baleares, ha sido condenado por ser una de las piezas claves. Además, Rodrigo Rato, exvicepresidente del Gobierno, tiene abiertos múltiples frentes con la Justicia.

Operación Taula: Investiga la financiación ilegal del PP en la Comunidad Valenciana.

“¿Hay voluntad política de cumplir los pactos? Hemos asistido a ejemplos claros de que eso no es así”, critica Alberto Garre, expresidente de Murcia con el PP. “Lo que se puede hacer, sin necesidad de legislar, es apartar a la gente. Esa sería la primera criba para que caiga la paja y quede el grano. Y no se ha hecho”, añade este exdirigente, quien ha abandonado el partido, tras ver cómo el PP de Murcia tardaba semanas en cumplir el acuerdo que le unía con Ciudadanos, y que obligaba a dimitir a Pedro Antonio Sánchez como presidente de la región luego de su imputación en el caso Auditorio.

Rodrigo Rato. Ignacio González. Jaume Matas. Francisco Granados. Luis Bárcenas. La lista de dirigentes del PP relacionados con los juzgados está repleta de nombres.

El presidente Mariano Rajoy ha siso llamad a testificar, pero no puede hacerlo hasta más adelante, porque está de gira.

Muchos saldrán impunes, otros tantos no verán sus nombres en los juzgados, en tanto se siguen quedando de brazos cruzados quienes pueden luchar para salvar al país de esta “corruptela a lo PP”.

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