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Condenado por la injusticia

8 de mayo de 2018

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La justicia brasileña nunca fue tan injusta como lo es ahora, al mandar a la cárcel al ex presidente Luis Inacio Lula da Silva, hecho que mostró ante la opinión pública local e internacional el verdadero objetivo de contra el líder brasileño, además de su nueva y honrosa condición de preso político, “para que no pueda participar en una elección que, sin duda, iba a ganar, según las encuestas”,

La afirmación es del destacado intelectual estadounidense, Noam Chomsky, hecha en reciente entrevista concedida al diario Folha de Sao Paulo. Para agregar que “su detención es injusta y una venganza de las clases dominantes, inconforme con las reformas de los gobiernos del Partido de los Trabajadores”.

Para precisar “ya que la severidad de la pena, así como el rechazo de la solicitud de hábeas corpus, van mucho más allá del presunto delito”, por lo que el castigo “sólo puede ser interpretado como parte de un ataque generalizado de las clases privilegiadas contra todo lo que Lula representa.

El político brasileño tiene una condena de 12 años y un mes por supuesta corrupción, en medio de un convulsionado clima social provocado por su detención y con el ojo puesto en la Corte Suprema, que esta semana puede liberarlo, destacan algunos despachos de prensa. Este 7 de mayo se cumplió el primer mes de encierro.

Entre tanto, el Partido de los Trabajadores y sus principales dirigentes, han reiterado que, incluso preso, Lula será su candidato a las elecciones del 7 de octubre en las que las encuestas lo siguen señalando como favorito.

La Central Unica de Trabajadores mantiene, junto con otras organizaciones políticas y sociales, una permanente movilización para exigir la liberta de Lula. El secretario general de esa central obrera, Sergio Nobre, precisó que “Lula es el único líder que siendo candidato puede revertir la ley laboral modificada por este gobierno de Michel Temer”.

Como se ha informado, la Corte Suprema negó los recursos urgentes presentados por sus abogados para obtener su liberación y postergó por tiempo indeterminado la constitucionalidad de una jurisprudencia por la cual está preso, indicando además que se puede detener a alguien con fallos en dos instancias y no en tres, como dice la Constitución de esa nación.

Al ser ratificada la candidatura de Lula por la presidenta del PT. Gleisi Hofdmann, una de los jueves del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Mendes, declaró a los corresponsales extranjeros que “no hay chances de que sea candidato ante la justicia electoral”.

No obstante la inscripción de la candidatura del líder brasileño se realizará el 15 de agosto, aunque para Mendes Lula se verá impedido por la Ley de Ficha Limpia, para volver a ser candidato.

Al pasar los días, crece la incertidumbre política respecto a qué sucederá finalmente. Frente a una eventual salida en libertad, señalaba un analista local, Lula deberá enfrentar nuevos procesos a cargo del juez Moro.

La injusticia lo tiene preso. Los corruptos le acusan de corrupción. Cada día crece la repulsa contra el presidente no electo. Queda por ver qué sucederá en el gigante sudamericano.

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