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CIA-SIP: Crímenes sin castigo

22 de diciembre de 2014

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Nada ha tenido que pagar la  Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos por crímenes tan variados que comprenden desde los terribles asesinatos genocidas de sus drones contra la población de Somalia, Yemen, Afganistán y Paquistán, y la  ejecución de crueles  torturas hasta la muerte en todos los continentes, hasta las abominables distribución de drogas entre la juventud  norteamericana y la colaboración durante estos últimos cuatro años con entidades encubiertas para subvertir mediante la música a adolescentes cubanos.
Estos son algunos “chispazos” de su variado andar por un mundo plagado de conjuras y golpes contra gobiernos indeseables para el establishment estadounidense, y que en nuestro continente tiene  un conspicuo representante en la Sociedad Interamericana de   Prensa (SIP).
Esta, preocupada por su decadencia y la competencia de pequeños medios alternativos, acentúa sus “cartuchazos” de opresión  para no perder los privilegios que le dan tanta afinidad con los intereses que defiende Estados Unidos, mediante la CIA.
La lucha es difícil para la SIP, porque la propia CIA prefiere por estos tiempos a esos elementos que actúan como “free lances”, que a título de libertad de expresión aparecen en diversos medios de comunicación.
En el caso del combate a la Revolución cubana se encuentran algunos “blogueros”, que actúan mediante Internet, todos asalariados por el Imperio y erigidos como pilares de redención por entidades oficiales europeas, las cuales, desde luego, aportan significativas remesas en euros.
Pudiéramos decir que la SIP degeneró mucho desde su proceso de fundación, iniciado en 1926, basado en el panamericanismo. Pero lo cierto es que todo su concepto fundador fue una farsa, porque se anunció como “una organización interamericana permanente de periodistas”, cuando era una entidad de empresarios, que solo debatieron sus temas y dejaron de lado a los que correspondían a los periodistas.
Se efectuaron reuniones en varios países, hasta que en 1943, la conferencia realizada en La Habana, funda finalmente la SIP.
Cuba era gobernada por el tirano Fulgencio Batista, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
Terminada la conflagración, se comienza la “guerra fría”, se perfila la política maccartista y se crea en 1947 la Agencia Central de Inteligencia, que desde entonces tuvo que ver mucho con la SIP.
Ya en el V Congreso Interamericano de Prensa, en Quito, Ecuador, en 1949, los norteamericanos planeaban el total control del organismo.
Los tres representantes estadounidenses eran Tom Wallace, del Departamento de Estado, y dos oficiales de alta graduación de la CIA,  Joshua Powers y Jules Dubois. Este último coordinó el eje SIP-CIA durante 15 años en América Latina.
En Nueva York, la CIA logró el cambio de constitución de la organización regional y su realización con auspicios privados de las publicaciones de Estados Unidos. A la reunión al efecto se evitó invitar a representantes de publicaciones progresistas, y quienes lograron estar presentes fueron expulsados bajo la acusación de “comunistas”.
Así se concretó el secuestro de la SIP por la CIA, cuestión que llega hasta este momento, por lo cual no debe caer en el vacío el llamado del  presidente saliente José Mujica, para que, tal como se  avizora, medios extranjeros, como el argentino Clarín, el brasileño Globo y    el mexicano Slim, no se apoderen de los principales medios de comunicación uruguayos.

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