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Certidumbre en la incertidumbre

15 de marzo de 2018

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No es pensar por pensar, ni escribir por escribir, pero el futuro para el pueblo ecuatoriano se presenta incierto, por la certidumbre de que el actual gobierno ecuatoriano ha dado una vuelta completa a la ruta trazada por la que creo bien llamada Revolución Ciudadana, que con más virtudes que defectos se encargó durante diez años del mejoramiento de la calidad de vida de la población.

No puedo saber, de ninguna manera, que pasa por el interior de las personas, y más cuando tienen un poder legítimo, ganado por la voluntad de la mayoría.

Pero el aliarse a verdaderos bandidos de la oposición, desde multimillonarios a mequetrefes, o ambos a la vez, y darle las espaldas a quienes lo llevaron a la presidencia, no parece ser un buen proceder en política, y eso es lo que ha estado haciendo el presidente Lenín Moreno, con un nombre que, al parecer, no ha sabido legitimar.

Cierto que el bienestar del pueblo tiene que estar por encima de los intereses y amistades personales, si es que las hay, pero eso no explica la cacería de brujas contra aliados y compañero de partido que compartían el mismo gobierno e igual gobernanza, porque sin ella no hubiera llegado Moreno a ser el primer mandatario de la nación suramericana.

Desmanteló por completo el control informativo que tuvo que emplear el anterior gobierno de Rafael Correa para enfrentar el andamiaje propagandístico y tergiversador de los millonarios dueños de los principales medios de información, en aras de una libertad democrática en la que, simplemente, se entrega el implemento de defensa a enemigos que ya estaban bien armados.

La persecución a dirigentes del anterior gobierno e incluso de su vicepresidente por presuntos delitos de corrupción, no probados, aunque el establishment imperial sabe cómo manejar esta situación. De ahí la consulta anticonstitucional que preparó a su manera, con la aquiescencia total de la oposición, para impedir la posible y futura reelección de Rafael Correa, así como la complacencia por recibir al anteriormente alejado Fondo Monetario Internacional, con el aparente fin de enfrentar la situación económica .

No hay que ser adivino para ver que en lo político vendrá más judicialización del “correísmo” y progresivas reformas para desmontar el Estado de Derecho actual. Y en lo internacional, ya busca la asociación con la Alianza del Pacífico, así como un acuerdo comercial con Estados Unidos, siempre rechazado por la anterior gobernanza.

No obstante el apoyo del principal líder opositor, el multimillonario Guillermo Lasso, y otros dirigentes de grupos siempre opuestos a Correa, debemos señalar que no ha poddo hacer desaparecer la totalidad de la simpatía por el ex presidente.

La propia consulta es un hecho al respecto, aunque muchos piensen lo contrario. Tuvo una participación alta, un 80%, y de este porcentaje un 51,2% estuvo por ahora en contra de la vuelta de Correa.

Sin embargo, dicho esto, la siguiente conclusión es también evidente: Correa y la Revolución Ciudadana están más vivos que muertos. Si el objetivo era hacer que el “correísmo” desapareciera lentamente tras los primeros meses de gobierno de Lenín Moreno, claramente esto no se ha conseguido. La consulta ha constatado un hecho irrefutable:

Un 36% ha apoyado a Correa en un contexto con todo en contra, esto es, el 28,8% del total de votantes del país. Un valor muy próximo a lo que Lenín logró en la primera vuelta de las más recientes elecciones presidenciales, incluso con el apoyo de Rafael Correa: 28,99%.

Si este dato lo comparamos con lo logrado por otros actuales presidentes de la región, todo nos lleva a la misma conclusión: Correa está más que presente en la política ecuatoriana. Recuérdese que Kuczynski es presidente de Perú con el 14,09% de votos sobre el total de inscritos en primera vuelta; Santos es presidente de Colombia con el 10% de votos sobre el total de inscritos en primera vuelta, con el 23,70% en segunda vuelta; Peña Nieto es presidente de México con el 24,19% de votos sobre el total de inscritos; Macri es presidente en Argentina con el 26,82% de votos sobre el total de inscritos en primera vuelta. En resumen: Correa tiene más porcentaje de votos que lo que muchos presidentes obtuvieron en sus respectivas citas electorales.

El siguiente ejercicio para tener más certeza sobre lo ocurrido es conocer con más detalle cómo se desagrega el 64% que votó en contra de Correa. Ni Lenín Moreno ni los opositores pueden ser los dueños de la totalidad de estos votos, porque, sencillamente, todo el arco opositor se unió en la misma causa. ¿Cuánto le pertenece a Lenín y cuánto a Lasso, Viteri, Bucarán, Moncayo, Rodas o Nebot?

Lamentablemente, esto no se tiene ni se tendrá en cuenta, porque Ecuador tiene partidos opositores y el consenso de Lenín para lograr las dos terceras partes del apoyo para dictar el futuro próximo de la nación. Esto es lo cierto en la incertidumbre a la que conduce la alianza con los enemigos del pueblo.

Quizás haya rectificación, y se podría ver en los comicios municipales del 2019, con un correísmo que estará presente, aunque por el momento su líder no pueda volver a aspirar a la presidencia, hasta que una nueva y posible Asamblea Constituyente diga lo contrario. Esperemos.

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