ribbon

«Caprichos» de la geopolítica

4 de octubre de 2019

|

 

Insiste Estados Unidos en las amenazas contra Rusia, y al respecto crean bases militares en países cercanos y en ellos se instalan las tropas de la OTAN, los cohetes antimisiles y otros sofisticados medios militares, además, tratan de ablandar a Moscú con sanciones de carácter comercial.
Mientras, contra China, el arsenal estadounidense se enfoca, fundamentalmente, en la guerra económica, de aranceles y otros ingredientes comerciales.
Utilizando el territorio de Grecia y hasta a quienes allí ejercieron como embajadores y en otros cargos diplomáticos, la administración Trump fomenta la «inversión estratégica» para convertir ‎Alejandrópolis en una de las bases militares más importantes de Estados Unidos en la región, con ‎capacidad para bloquear el acceso de los navíos rusos al Mediterráneo.
De acuerdo con el sitio Voltaire, eso es posible gracias a ‎las «excepcionales relaciones militares» con Grecia, que desde hace tiempo ha puesto sus ‎bases a la disposición de Estados Unidos, sobre todo la de Larissa, para los drones armados ‎‎Reaper, la de Stefanovikeio para los aviones de combate F-16 y los helicópteros Apache. ‎Esta última base va a ser privatizada y Estados Unidos ha decidido comprarla. ‎
Señala un amplio artículo de la citada agencia de prensa que Geoffrey R. Pyatt fue embajador de Estados Unidos en Ucrania y en 2016 Barack Obama lo nombró para el mismo cargo en Grecia, donde tiene actualmente la misión de poner fin al aprovisionamiento de gas ruso a la Unión Europea.
Para ello, se instala una gran base militar estadounidense en Alejandrópolis, zona griega fronteriza con Turquía y Bulgaria, frente al Mar Egeo, al borde del Estrecho de los Dardanelos, que conecta en territorio turco, el Mar Mediteráneo con el Mar Negro, y constituye una vía fundamental del tránsito marítimo, sobre todo para Rusia.
El citado embajador Pyatt, luego de una visita a la zona, aseguró: «Debido a su estratégico emplazamiento y su infraestructura, el puerto de Alejandrópolis, ‎está bien situado para garantizar apoyo a ejercicios militares en la región, como quedó ‎demostrado en las recientes maniobras Saber Guardian 2019.»‎
Como muestra fehaciente de cómo piensa y actúa la administración Trump, el citado diplomático no disimula el interés de Estados Unidos por reforzar su presencia militar ‎en Grecia, así como en otros países de la región mediterránea. «Trabajamos con otros socios ‎democráticos en la región para rechazar a los actores maléficos como Rusia y China, con intereses ‎contrarios a los nuestros», explica el embajador estadounidense antes de precisar que «Rusia ‎utiliza la energía como instrumento de su influencia maléfica».
Argumenta el citado sitio digital Voltaire que «basta con mirar el mapa para entender lo que quiere decir el embajador. Tracia Oriental es ‎limítrofe con la pequeña parte europea de Turquía adonde llega, después de atravesar el ‎Mar Negro, el gasoducto Turk Stream proveniente de Rusia, ya en fase de terminación. ‎Desde allí, a través de otro gasoducto, el gas ruso debería llegar a Bulgaria, Serbia y ‎otros países de la zona.
Esa es la respuesta rusa a la maniobra de Estados Unidos, que –con la ‎importante complicidad de la Unión Europea, bloqueó en 2014 el gasoducto South-Stream, que ‎habría llevado el gas ruso a Italia y a los demás países de la Unión Europea».
Nada: caprichos de la geopolítica estadounidense, que hacen cada vez más inseguro al mundo y acercan las llamas de la guerra a una región europea vulnerable a los vaivenes políticos de Washington.

Comentarios